El Deportivo LSM nace con dos leyendas como padrinos y una misión: devolver al fútbol su esencia formativa
En tiempos donde los proyectos deportivos suelen llegar de la mano de fondos cataríes o promesas de estadios futuristas, Luis Suárez y Lionel Messi han decidido remar en dirección contraria. Mientras aún comparten vestuario en el Inter Miami, han anunciado el nacimiento de un nuevo club: Deportivo LSM, que competirá nada menos que en la cuarta división del fútbol uruguayo. Sí, en la Divisional D, donde los sueños corren descalzos y el barro aún tiene aroma a barrio.
De la élite al potrero
El anuncio fue tan sencillo como emocionante. En un vídeo que ya es viral, Suárez explica entre lágrimas contenidas que este nuevo paso no es un capricho, sino una deuda de amor con el fútbol que lo vio nacer: “Quiero brindarle a ese fútbol uruguayo que amo las herramientas y oportunidades que yo no tuve”.
Pero el golpe de efecto llegó cuando apareció Messi, sumándose al proyecto como socio y como amigo: “Este es el lugar perfecto para seguir compartiendo nuestra visión del fútbol. El de la calle, el del esfuerzo, el que formó quienes somos hoy”.
Ambos saben lo que significa venir de abajo. De Rosario y de Salto. Del barrio a la gloria. Y ahora quieren hacer el viaje inverso, devolver la gloria al barrio.

Un club con ADN de cercanía
Deportivo LSM por Luis, Suárez y Messi no será un club de nombres, sino de ideas. La cuenta oficial en redes sociales fue creada minutos antes del anuncio y ya ha superado decenas de miles de seguidores, entre hinchas uruguayos, fanáticos globales y curiosos que no quieren perderse el nacimiento de un fenómeno.
¿El objetivo? Competir, sí, pero sobre todo formar. Crear un espacio donde adolescentes y niños uruguayos tengan acceso a formación integral, infraestructuras dignas y, sobre todo, referentes que no solo brillen en las pantallas, sino que creen futuro en el césped local.
Más allá del marketing
En un fútbol globalizado donde las leyendas suelen retirarse en islas doradas, este paso es una excepción que emociona. Suárez y Messi podrían estar ampliando su marca en cualquier lugar del mundo. En cambio, han decidido sembrar en tierra humilde, donde el fútbol aún se respira sin filtros ni promotores.
¿Veremos algún día a Messi sentado en una tribuna de barrio uruguayo viendo a su equipo jugar contra rivales anónimos? Probablemente sí. Porque el fútbol que ellos defienden no entiende de cámaras ni palcos VIP. Entiende de pasión, comunidad y legado.
Un sueño que apenas comienza
Deportivo LSM arranca su andadura sin prometer ascensos meteóricos ni títulos instantáneos. Promete algo mucho más valioso: una escuela de valores y de fútbol, una cantera con dos leyendas vigilando desde el corazón.
Y si este proyecto perdura, no será solo un club. Será un faro. Un recordatorio de que, a veces, los goles más importantes se marcan cuando uno decide volver al punto de partida.