Un plan bien ejecutado, un cambio mal calculado
El Real Oviedo rozó el milagro frente al Barcelona de Flick, pero acabó sumando su quinta derrota en seis partidos. El gol de Alberto Reina, nacido del error grotesco de Joan García, abrió una ventana de esperanza que pronto cerraron Eric García, Lewandowski y Araujo. El técnico, Veljko Paunovic, salió con un discurso tan autocrítico como poco habitual:
“Creo que tenía que haber sacado a Ilyas y no a Hassan. Me he equivocado”. Un cambio fallido que pesó en un duelo donde los azules habían contenido al Barça más de lo esperado.
Cohesión y errores de gestión
El serbio no rehuyó el análisis: reconoció la cohesión grupal, el esfuerzo defensivo y el buen hacer de piezas como Bailly y Escandell, pero admitió que la primera oleada de sustituciones rompió la dinámica. “En la segunda sí dimos con la tecla”, matizó, subrayando que la entrada de Brekalo devolvió al Oviedo al área rival. El problema es que para entonces el partido ya había girado en favor de los azulgranas, dejando al Tartiere con la sensación de que el trabajo colectivo quedó hipotecado por una decisión en el banquillo.
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El reto de salir del pozo
Paunovic ya mira al Valencia como partido bisagra: “Ahora vienen los que tenemos que ganar. Debemos salir de la zona baja”. Con cinco derrotas en seis jornadas, el margen se estrecha. El técnico insiste en que Santi Cazorla será titular siempre que su físico lo permita, consciente de que el veterano se ha convertido en brújula emocional y futbolística. La derrota contra el Barça deja una lectura incómoda: el plan estaba bien diseñado, la ejecución fue digna, pero el error del técnico resultó decisivo. Y en una liga que no perdona, el Oviedo no puede permitirse más equivocaciones desde el banquillo.
