El Celta enfrenta alto voltaje con un Simeone despiadado

La semana dorada de un Atlético de Madrid que goleó al Real Madrid y superó al Eintracht de Frankfurt ahora lo mide ante un Celta que aún no conoce la victoria

El Atlético de Madrid llega a Vigo con la moral por las nubes tras una serie de resultados que han cambiado por completo su dinámica. El equipo de Diego Pablo Simeone pasó de un inicio titubeante, con empates y derrotas que generaban dudas en su afición, a mostrar un rostro mucho más ambicioso en el terreno de juego. La victoria en el derbi madrileño frente al Real Madrid fue el punto de inflexión, un partido en el que la presión alta y la determinación ofensiva marcaron la diferencia en el Metropolitano.

Esa goleada encendió la confianza de la plantilla y devolvió la fe a la grada rojiblanca. El triunfo fue acompañado por otra exhibición en Champions League ante el Eintracht de Frankfurt, donde el equipo marcó cinco goles y ratificó que el nuevo plan ofensivo no era casualidad. Este resurgir coloca al conjunto colchonero en una posición más competitiva tanto en la Liga como en Europa, con la sensación de que la temporada puede dar un giro definitivo si se mantiene la misma intensidad.

El desafío de mantener la intensidad en Balaídos obliga al Atlético de Madrid a no confiarse pese al mal inicio de temporada del Celta

El próximo reto de los rojiblancos es el Celta, un rival que atraviesa un inicio de curso muy negativo, todavía sin conocer la victoria. Sin embargo, Balaídos acostumbra a ser un campo complicado para cualquiera, y Simeone no ha dejado de repetir que no hay margen para la relajación. El partido es vital no solo para afianzar la confianza, sino también para seguir recortando distancia respecto a la parte alta de la tabla, donde equipos como Villarreal marcan el ritmo.

El “partido a partido” vuelve a ser la consigna del técnico argentino, que insiste en que los tres puntos en Vigo tienen el mismo valor que los obtenidos contra el Real Madrid. El Atlético debe demostrar que lo sucedido no fue un destello pasajero, sino una verdadera declaración de intenciones. Por eso, el encuentro ante un Celta necesitado se perfila como un examen de madurez para comprobar si el equipo está listo para sostener el nivel competitivo durante los próximos meses.

Atlético de Madrid
El próximo reto de los rojiblancos es el Celta, un rival que atraviesa un inicio de curso muy negativo

La clasificación en Liga y Champions obliga al Atlético de Madrid a no fallar y convertir su momento de forma en tendencia prolongada

Antes del arranque de la jornada 8, el Atlético figura en la quinta plaza de LaLiga con 12 puntos, cerca de los puestos de cabeza. En la Champions League, su situación es más delicada, ubicado en la décima posición general con tres unidades, lo que de momento lo mantiene en la zona de repesca para los octavos de final. Estos números obligan a los colchoneros a transformar su racha positiva en una tendencia duradera que les permita competir en los dos frentes.

Mientras tanto, la hinchada rojiblanca vive días de ilusión. El Metropolitano se ha convertido en un estadio de fiesta tras los últimos triunfos, aunque la exigencia de la temporada no permite distracciones. El duelo en Vigo representa un nuevo escenario para medir la ambición del equipo, en un curso que podría definir un nuevo salto competitivo si la solidez se mantiene y los errores del inicio no se repiten.