El Real Madrid y el Espanyol se enfrentan en el Bernabéu en la jornada 5 de LaLiga, en un choque entre dos equipos que llegan invictos y con gran inicio de temporada
El Santiago Bernabéu se prepara para un duelo con sabor a examen anticipado. Real Madrid y Espanyol se citan este sábado 20 de septiembre a las 16:15 horas en una de esas jornadas donde los puntos pesan, pero las narrativas pesan todavía más. Los de Xabi Alonso llegan con paso imperial, cuatro partidos, cuatro victorias y la sensación de que nada, ni las lesiones ni las rotaciones, logran arañar su marcha triunfal. El Espanyol, sin embargo, no llega como víctima resignada, sino como aspirante con voz propia, tres triunfos y un empate le sostienen como invitado incómodo en la fiesta blanca.
La paradoja está servida. El Madrid, acostumbrado a mandar desde la abundancia, afronta esta cita desde la escasez, bajas que muerden su plantilla y obligan a Alonso a un malabarismo casi circense. El Espanyol, en cambio, disfruta de ese estado tan efímero en el fútbol como la espuma de la cerveza, la confianza colectiva. Y ya se sabe, un equipo convencido suele ser más peligroso que uno plagado de estrellas cansadas.
Real Madrid: la orquesta sin varios de sus violines
Endrik, Alexander-Arnold, Rüdiger, Mendy, la enfermería blanca parece más una sala de espera de hospital que el pasillo de Valdebebas. A esa lista se suma la sanción de Huijsen, una especie de guinda amarga para el pastel. Ante tal panorama, Xabi Alonso opta por la fórmula de siempre, mover fichas y reinventarse. Carvajal, Asensio, Brahim y Vinicius reservados en Champions aparecen como candidatos naturales para darle aire fresco a un once que pide oxígeno.
También suena el nombre de Ceballos, esa pieza versátil que nunca pasa de moda, y el de Fran García para dar descanso a los más castigados. Alaba, mientras tanto, apunta a minutos que recuerden a todos que la defensa blanca no depende solo de músculo, sino también de jerarquía. El Real Madrid, con tantas piezas ausentes, se presenta como una orquesta a la que le faltan violines, pero que conserva un director capaz de sacar música hasta de una pandereta.
Espanyol: equilibrio frágil y dilemas ofensivos
En el otro bando, Manolo González afronta su propio sudoku táctico. Javier Hernández es baja confirmada y Pere Milla paga con sanción su exceso reciente. La posible vuelta de Edu Expósito se vive como un alivio parcial, aunque su estado físico es una incógnita que se resolverá casi a última hora. El Espanyol, por tanto, mira al centro del campo con más dudas que certezas, sabiendo que allí se decidirá buena parte de su resistencia.
Arriba, el dilema es sencillo pero decisivo, Kike García o Roberto. Dos atacantes con perfiles distintos que han ido alternando titularidades, como si la indecisión del técnico fuese también parte del plan. El conjunto catalán se mueve entre la prudencia y la osadía, entre aguantar el chaparrón o buscar el golpe oportuno. Y en esa tensión, quizás, se esconda la clave, porque a veces el que menos se espera es quien termina robando titulares en el Bernabéu.
