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Olga Carmona confiesa

Olga Carmona se despide del Real Madrid con la serenidad de quien ha tomado una decisión meditada. Su destino parece ser el PSG, pero su corazón sigue vestido de blanco

Olga Carmona ha dicho lo que muchos intuían, pero pocos se atrevían a afirmar, su etapa en el Real Madrid ha llegado a su fin. No con estruendo, sino con la sobriedad de quien ha liderado desde la calma. La sevillana, rostro visible del Real Madrid femenino en su ascenso competitivo, pone rumbo casi con certeza a París, como quien cambia un libro a medio escribir por uno en blanco, pero con sed de capítulos dorados. “Quiero ganar títulos”, dijo. No fue una traición, sino una declaración de principios.

El club blanco, en plena sacudida interna tras la salida del entrenador Alberto Toril, vive ahora un nuevo temblor simbólico. Carmona no es solo una jugadora, es una metáfora. Su partida marca el paso de la adolescencia futbolística a la incertidumbre de la adultez competitiva. El Madrid femenino, que creció a su lado, deberá aprender a caminar sin su brújula. Y ella, lejos de añorar lo perdido, parece dispuesta a perseguir lo que aún no ha alcanzado. La ironía, su mayor acto de amor al club ha sido marcharse.

Olga Carmona
Carmona: Sentía que era el momento de cambiar

De la zona de confort a la zona de combate

En una entrevista reciente, Carmona se mostró reflexiva, incluso filosófica. A sus 24 años, ya habla como una veterana que ha entendido que el crecimiento no siempre se cultiva en la comodidad. “Necesitaba salir de mi zona de confort”, confesó. Hay algo casi aristotélico en esa decisión, la virtud, decía el filósofo, está en el movimiento, no en el estancamiento. Y ella, que podría haber seguido siendo emblema de estabilidad, ha optado por el vértigo.

Aunque su salida suene a ruptura, sus palabras destilan gratitud. “Soy madridista. Eso no va a cambiar.” Como esas amistades que terminan con abrazos, su despedida tiene algo de despedida noble. Lamenta no haber alzado títulos con la camiseta blanca, pero no se queda en la nostalgia. Quiere competir en otra liga, probarse en otro escenario. Como un pintor que cambia de luz para reinventar su paleta, Carmona busca nuevos paisajes que la desafíen.

La Roja: el presente que no espera

Mientras París asoma en el horizonte, el presente de Olga Carmona se viste de rojo. La selección española afila sus armas para la Eurocopa, y ella está en el centro de esa preparación. Bélgica e Inglaterra serán rivales exigentes, perfectos para tomarle el pulso al equipo. “Nos ayudará a medirnos de cara al torneo”, dijo con una seriedad casi quirúrgica. No hay distracciones, la camiseta nacional exige total entrega, incluso cuando tu mundo personal está en plena mudanza.

En un calendario que parece diseñado por un relojero hiperactivo, España enfrentará a Bélgica el 30 de mayo y a Inglaterra el martes siguiente, antes de dos duelos ante Japón y una fase de grupos que huele a fuego cruzado. Portugal, Bélgica e Italia serán las estaciones de ese viaje. Carmona, con la mirada firme y los pies en el césped, sabe que estos partidos no solo preparan el cuerpo, también curten el alma. Y a veces, lo más difícil no es cambiar de club, es mantenerse intacta cuando todo alrededor cambia.

EGD Real Madrid