En la capital le estás esperando, mientras en su actual club confían en extremo que se quede un año más
La figura de Martín Odegaard ha sido esta temporada una de las más preciadas de toda LaLiga por talento y continuidad. Su desempeño ha estado lejos de cualquier discusión, y además tiene un elemento en bloque favorable, su amor por la profesión y la lealtad al club que hasta acá le ha abierto sus puertas.
Oficialmente ha elevado un comunicado a la interna del club de Anoeta, en el cual ha manifestado que independientemente del término de la temporada y sus ubicaciones en la tabla, se quiere quedar hasta cumplir su contrato. Sabe que marcharse a Madrid en este momento es complejo, y no quiere poner en riesgo su evolución solo por un capricho.
Zidane sigue aguardando por un cambio de opinión
Sabido esto, no ha quedado de otra, desde Concha Espina han encendido las alarmas y han empezado a valorar las legalidades para exponerlas como vía de hecho. Zidane esperaba contar con su presencia, y hasta incluso esperaba pegar un golpe certero tratando de fortalecer una línea media que de momento ha iniciado bien este regreso a la actividad.
Modric, Kroos y Casemiro lo vienen haciendo perfecto, motivo de sobra para el nórdico en pensarse mejor las cosas. El estratega francés está por el corte de ir migrando y perfilando la zona, pues Modric tiene 34 años y pronto no estará para cumplir un desgaste en la exigencia que impone el club por donde quiera que pase.
Golpe directo al corazón, Florentino se queda sin herramientas para pelear
Con contrato vigente, y con un pre acuerdo que solo establece manto de cordialidad, lo que acá termina prevaleciendo es la voz del protagonista mismo. Odegaard no va a arriesgar nada y menos va a trasladarse de donde admite sentirse demasiado cómodo. Eso sí, no echa en falta nada, y cree que esto es por un bien que lleve mejor preparado para establecerse en el Bernabéu como titular.
El presidente ha tomado atenta nota de este hecho, aunque poco y nada pueda hacer, es optimista que las condiciones cambien, que Zidane entre en acción, y que pueda sacarse de encima el estigma de perder jugadores solo por capricho. Odegaard regresa, pero ese momento no parece ser ahora mismo.
