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3 ventas seguras del Real Zaragoza para financiar fichajes

El propósito del conjunto maño para las próximas semanas es vender a estos jugadores

Es necesario que la dirección deportiva finiquite las ventas de los descartes para que el Zaragoza pueda ejecutar su plan de fichajes. Sin embargo, otra razón importante es que estos tres jugadores que ya están en la bandeja de salida, ocupan bastante ficha en el equipo, y no han demostrado estar a la altura y con el nivel aceptable.

Estos son los delanteros Sabin Merino, Juanjo Narváez y Gaizka Larrazabal, este último próximo a regresar al club luego de sus desastrosa temporada en el Amorebieta. Si Raúl Sanllehí, nuevo director deportivo de la entidad Blanquilla, logra ejecutar estas tres ventas para este mercadlo estival, será una victoria y el primer paso para consolidar el nuevo equipo capaz de subir a primera.

Zaragoza ventas
Sabin Merino es el descarte que más se opone a salir, ya que su contrato está firmado hasta el 2025.

Entre los tres descartes suman 1,5 kilos de ficha, y el Zaragoza necesita ejecutar sus ventas

Los sueldos de los tres atacantes suman el millón y medio de euros, y eso es algo que no puede permitirse la dirección deportiva Blanquilla. El entrenador contaría con ellos para la próxima temporada, pero luego de evaluarlo con su cuerpo técnico, han optado por pasar de ellos y sus servicios.

La prioridad es clara, vender a los tres delanteros para tener liquidez y así poder ir ejecutando paso a paso el plan de fichajes que tiene Juan Carlos Carcedo. Pero más allá de los fichajes pendientes, se trata de tres ventas que alivianarán la masa salarial para planear algunas renovaciones de cara a la siguiente temporada.

La tarea de Sanllehí en el Zaragoza se complica tras la oposición de los jugadores en sus ventas

El nuevo director deportivo del Zaragoza no lo está teniendo nada fácil, y ahora menos con la oposición de los mismos jugadores en salir del club. Los tres han manifestado que no piensan salir del conjunto maño precisamente porque es difícil que otro equipo les pague el salario que ya tienen pactado con el club Blanquillo.

Merino es quien más se ha opuesto, ya que su contrato está firmado hasta el 2025. En el caso del colombiano y el vizcaíno, sus obligaciones contractuales están fijadas hasta el 2023. Con estos dos últimos podrían llegar a un pronto acuerdo que incluiría sus respectivas cartas de libertad. El dilema seguirá con el delantero ex Leganés.

Adrián Liso Zaragoza