Julián Araujo vive un momento decisivo en su carrera. Tras un paso sin brillo en la Premier League, el lateral mexicano podría regresar a LaLiga de la mano del Sevilla, un movimiento que promete darle nuevos minutos y confianza en el año previo al Mundial 2026
Julián Araujo se encuentra en ese punto de la carrera donde el talento parece prometer más de lo que la realidad concede. Matías Almeyda, siempre con ojo clínico para detectar potencial en medio del ruido, lo ha colocado en su radar para reforzar al Sevilla. No es un capricho, el argentino entiende que en el Sánchez-Pizjuán la defensa necesita aire fresco antes de que los movimientos del mercado la dejen tambaleando.
La noticia ilusiona a la afición sevillista, siempre ávida de héroes inesperados. Después de todo, nada gusta más en Nervión que la llegada de un futbolista con cuentas pendientes, con ganas de demostrar que su historia aún no está escrita. Y Araujo, tras un paso gris en Inglaterra, encarna a la perfección ese perfil: un jugador con talento, pero todavía en busca de su lugar.
El desencanto inglés y el refugio español
En el Bournemouth, Araujo tuvo un paso más discreto que un turista en la niebla londinense. Las lesiones y la falta de continuidad le dejaron con apenas trece partidos, demasiado poco para consolidarse en la Premier League. Ese traspié, más que una simple estadística, fue un golpe a sus aspiraciones de mantenerse como titular en la Selección Mexicana rumbo al Mundial 2026.
En cambio, su etapa en Las Palmas reveló otra cara, allí encontró minutos, confianza y cierta plenitud. España lo recibió con calidez deportiva, y esa experiencia quedó marcada como un lugar donde puede crecer. Volver a LaLiga no sería un retroceso, sino un regreso al escenario donde demostró que sí puede competir al nivel europeo. Y en Sevilla, donde se respira fútbol con intensidad febril, su perfil encaja como anillo al dedo.
Obstáculos y decisiones que marcan un destino
El problema, claro está, no es de voluntad, sino de números. El Bournemouth invirtió 10 millones de euros en su fichaje y lo amarró hasta 2029. No se desprenderá fácilmente de un jugador que todavía consideran útil, aunque su protagonismo sea tan intermitente como la luz de un faro en medio de la niebla. Sevilla espera una rendija, tal vez facilitada por la salida de Juanlu Sánchez al Napoli o de José Ángel Carmona hacia otra liga.
Así, Araujo se encuentra ante un punto de inflexión, seguir atrapado en Inglaterra o reinventarse en España. Su futuro inmediato no solo marcará su destino en clubes, sino también su papel en la Selección Mexicana. LaLiga, donde ya dejó chispazos de solidez, podría devolverle esa estabilidad que todo futbolista necesita para brillar. Y si el fútbol tiene algo de justicia poética, Sevilla podría ser la ciudad donde convierta sus tropiezos en un nuevo comienzo.
