El Sevilla afronta el duelo ante la Real Sociedad con nuevas bajas y el regreso parcial de Alfon y Nianzou

Azpilicueta y Mendy estarán fuera de dos a tres semanas, mientras Almeyda confía en recuperar efectivos para frenar la crisis de resultados

El Sevilla FC intenta pasar página tras el duro varapalo sufrido ante el Real Mallorca el pasado sábado. Con la moral tocada y la urgencia de sumar, la plantilla dirigida por Matías Almeyda centra ya toda su atención en el exigente compromiso del viernes frente a la Real Sociedad, un encuentro que llega en pleno periodo de dudas y con nuevas complicaciones en la enfermería.

El técnico argentino no podrá contar con César Azpilicueta ni con Batista Mendy, ambos lesionados durante la última jornada. Según el parte médico, los dos futbolistas estarán entre dos y tres semanas de baja, lo que obliga a reajustar nuevamente la estructura defensiva y el equilibrio en el mediocampo.

Alfon y Nianzou, las notas positivas en un panorama delicado

No todo son malas noticias en Nervión. Alfon completó este lunes parte del entrenamiento con el grupo tras más de un mes fuera por un esguince de tobillo, una lesión que inicialmente parecía menos grave pero que se alargó más de lo previsto. Su regreso parcial devuelve algo de oxígeno a un equipo necesitado de alternativas en ataque.

En el caso de Tanguy Nianzou, la situación es más incierta. El central francés sufrió la pasada semana un ligero retroceso en su recuperación, y el cuerpo técnico prefiere no correr riesgos, consciente de sus antecedentes físicos. Aun así, desde el club reina el optimismo moderado: confían en que pueda viajar a San Sebastián y entrar, al menos, en la convocatoria.

Almeyda busca respuestas en medio de la tormenta

El Sevilla afronta este nuevo reto con la necesidad de recuperar confianza y solidez defensiva, dos aspectos que se han erosionado en las últimas jornadas. Almeyda, que insiste en mantener la calma dentro del vestuario, busca fórmulas para equilibrar el equipo pese a las bajas y la falta de continuidad en el rendimiento.

El duelo ante la Real Sociedad se perfila como una prueba de carácter más que de juego. En Nervión lo saben: no hay margen para otro tropiezo.