El Sevilla FC afronta el mercado de fichajes con la urgencia de reforzar su lateral izquierdo, una posición debilitada tras la salida de Adrià Pedrosa. La falta de opciones claras en la plantilla ha puesto en el punto de mira a Fran García, jugador del Real Madrid
El Sevilla vive una paradoja cruel, necesita un lateral izquierdo y la opción que asoma con más fuerza es Fran García, jugador del Real Madrid que no encuentra minutos en Chamartín. La marcha de Adrià Pedrosa dejó un hueco tan visible como una ventana rota en invierno, y Antonio Cordón aún no ha encontrado con qué taparlo. Mientras tanto, Matías Almeyda improvisa con soluciones de emergencia.
Azpilicueta desplazado a una zona que no siente suya, Carmona retorcido a pierna cambiada o el canterano Oso, lanzado al ruedo más por necesidad que por convicción. En este contexto de parches y remiendos, el club andaluz entiende que no puede seguir apostando por experimentos. Porque un equipo que quiere jugar en grande no puede vivir de la alquimia. La directiva necesita certezas, y la certeza se llama fichaje.
Fran García: del banquillo blanco a la ventana sevillista
El nombre que empieza a sonar con insistencia en Nervión es Fran García. El lateral del Real Madrid atraviesa días grises, la llegada de Álvaro Carreras y el inminente regreso de Mendy lo han empujado a la grada de los olvidados. Curioso destino para un jugador que apenas hace dos años costó diez millones y que venía de ser la gran esperanza del Rayo Vallecano.
La situación ha encendido las alarmas en la Casa Blanca. Ancelotti no quiere frenar la proyección de un futbolista joven, pero tampoco puede regalarle minutos. La solución, entonces, parece escrita: una cesión que lo mantenga en la élite sin cortar su cordón umbilical con Chamartín. Y ahí es donde el Sevilla aparece como un escenario casi perfecto.
Una oportunidad estratégica para Nervión
Para la directiva sevillista, la posibilidad de contar con Fran García suena a golpe maestro. No se trata solo de cubrir una herida, sino de reforzar un proyecto que necesita oxígeno en lo inmediato. El club sabe que el lateral madrileño puede dar equilibrio a un plantel al que, por momentos, le sobra improvisación y le falta estructura.
Claro está, el plan dependerá de un detalle tan burocrático como decisivo, la disponibilidad de fichas en enero. Si los números encajan, la operación puede convertirse en el movimiento estratégico que Cordón lleva tiempo buscando. Al fin y al cabo, en el fútbol como en la vida, las carencias no se llenan con retazos, sino con decisiones firmes.