Reclama el salario restante de esta temporada y la siguiente
El caso García Pimienta acaba de entrar en su fase más tensa. El técnico catalán, que fue despedido recientemente por el Sevilla FC, ha decidido dar un paso al frente y denunciar al club por despido improcedente. La demanda ya ha sido registrada tanto en el juzgado de lo social como en el CMAC (Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación), el organismo encargado de intentar un acuerdo previo antes de que el conflicto llegue a juicio.
Una salida inesperada y sin acuerdo
Lo que parecía ser un relevo técnico más dentro de una temporada convulsa para el club hispalense, ha terminado por enredarse. García Pimienta entiende que su despido no se ajusta a derecho y reclama la totalidad del salario correspondiente a lo que quedaba de esta temporada y también el año restante que figuraba en su contrato.
Fuentes cercanas al entrenador aseguran que hubo un intento de negociación previa para resolver la desvinculación de manera amistosa, pero el Sevilla habría ofrecido una cantidad inferior a la que García Pimienta considera que le corresponde legalmente. Ante la falta de acuerdo, ha optado por la vía legal.
El contexto: una etapa breve pero intensa
García Pimienta llegó al Sevilla con la promesa de reordenar el juego y estabilizar el proyecto deportivo. Sin embargo, la falta de resultados y un entorno cada vez más volátil llevaron a su salida prematura. Desde el club se justificó su despido por motivos estrictamente deportivos, pero el técnico insiste en que no existían causas objetivas ni contractuales que justificaran una destitución unilateral.
Un juicio que puede sentar precedente
Este tipo de conflictos no es nuevo en el fútbol español, pero sí es poco habitual que se visibilicen tan pronto. García Pimienta ha optado por llevarlo al terreno judicial sin más dilación, lo que deja claro que no está dispuesto a pasar página sin defender lo que considera sus derechos.
Por ahora, el Sevilla FC no ha emitido ningún comunicado oficial al respecto. En Nervión prefieren mantener silencio, probablemente a la espera del procedimiento de conciliación, donde aún existe la posibilidad de llegar a un acuerdo extrajudicial.
Lo que está claro es que, tras una relación fugaz y sin frutos, la batalla entre García Pimienta y el Sevilla no ha terminado en el césped, sino que continúa en los despachos. Y será un juez quien tenga la última palabra.
