Sevilla empieza a cerrar un ciclo y busca aires de renovación. En un año complejo en Nervión, se deben buscar culpables.
Sentenciado. Esa es la palabra que le cabe en estos momentos a Víctor Orta. El director deportivo es el primero que pagará la cuenta por la mala temporada del Sevilla y deberá vaciar su despacho. En Nervión soplan vientos de cambio, aunque la afición pide que sean más profundos después de un año peleando por mantener la categoría.
En las gradas del Sánchez-Pizjuán consideran que deben rodar más cabezas, incluida la de Del Nido Carrasco. Sin embargo, el presidente no tiene intenciones de dar un paso al costado ni tampoco de hacer autocrítica. Simplemente busca dar un golpe de efecto con un recambio interno de piezas. Todo el consejo de administración quedó en la mira.

Una gestión para el olvido
Orta fracasó rotundamente en su proyecto. Trajo delanteros sin gol: Mariano y Véliz en la 23-24 e Iheanacho y Akor Adams en la 24-25. Peque, mediapunta, sí ha anotado un tanto. Sólo el belga Lukebakio se salva e incluso, es uno de los futbolistas a vender por la necesidad urgente en Nervión de ingresar dinero para reducir el déficit financiero.
Otro punto flojo del director deportivo fue la elección de los entrenadores. Despidió a José Luis Mendilibar y el consejo tuvo que enmendar la plana con Diego Alonso, obligándo a firmar a Quique Sánchez Flores. En esta segunda vuelta, llegó Xavi García Pimienta y, ahora, Joaquín Caparrós. El resultado de esta fila de entrenadores: dos años consecutivos peleando el descenso.
Nombres en danza
Sin oponer resistencia ni solicitar un resarcimiento económico (le quedaba un año más de contrato), Orta se irá del club y se llevará a sus ayudantes, Gaby Ruiz y Alberto Cordero, también señalados como culpables de la mala gestión deportiva de los últimos años.
Contra las cuerdas, Del Nido Carrasco deberá acertar en el reemplazante: el primer nombre en aparecer es el de Sergio Fernández, que actualmente tiene contrato hasta 2026 con el Alavés. Txema Indias, que finaliza esta temporada su vínculo con el Leganés, y Braulio Vázquez, que ya estuvo en la mira del Sevilla cuando salió Monchi, son otras opciones fuertes para suceder a Orta.