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Orlegi tantea la venta del Sporting: cifras, escenarios y rebaja para liquidar

Orlegi no tiene sus intereses primordiales en Gijón

En las entrañas discretas del barrio de Salamanca, concretamente en el restaurante “La Máquina Jorge Juan”, se han cruzado copas de vino, apretones de manos y confidencias que podrían cambiar el rumbo del Sporting de Gijón. Allí, entre manteles almidonados y conversaciones medidas al decibelio de la elegancia, han tenido lugar reuniones clave sobre el futuro del club asturiano. El Grupo Orlegi, actual propietario, está tanteando la venta del Sporting en un contexto donde el tiempo —más que el precio— se ha vuelto la verdadera urgencia.

Una cifra que baja del pedestal

En un principio, Orlegi aspiraba a una venta por 60 millones de euros. Una cifra que no solo buscaba recuperar la inversión, sino también validar el relato del éxito empresarial. Sin embargo, el mercado —frío, racional, nada sentimental— ha dictado otra realidad. Actualmente, las negociaciones se están moviendo en torno a los 45-50 millones, lo que ya es, en sí mismo, una señal: quien vende en rebaja no lo hace por capricho, sino por necesidad.

Y esa necesidad tiene fecha: 30 de junio. Ese día, Orlegi debe abonar el último pago pendiente a Javier Fernández por la adquisición del club. En total, la operación de compra cerrada en su día ascendía a 39 millones de euros, de los cuales solo la mitad está avalada. La otra parte pende de un hilo financiero que podría cortarse si no se liquida a tiempo. Y con ello, el riesgo de no poder cerrar la transacción como se pactó inicialmente.

Interés nacional, internacional y… local

La venta no está cerrada, ni mucho menos. No hay comprador definitivo ni negociación avanzada, pero sí hay movimientos. Desde Orlegi se están manteniendo contactos con potenciales compradores nacionales, internacionales e incluso de perfil local. La amplitud del abanico no es necesariamente un signo de fortaleza, sino más bien de necesidad: cuando uno no sabe a quién vender, busca en todas las direcciones posibles.

De momento, nada apunta a que se esté cerca de un desenlace. Las conversaciones son, en el mejor de los casos, exploratorias. En el peor, tanteos para calibrar cuánto margen le queda a Orlegi antes de tener que tomar decisiones más drásticas.

Grupo Orlegi

Un calendario apremiante

Más allá de los millones, los intereses cruzados o los rumores bien servidos en un restaurante madrileño, hay una cuestión práctica que lo condiciona todo: la planificación deportiva de la próxima temporada. Si la venta no se concreta pronto —y todo indica que no lo hará—, el nuevo comprador llegaría sin tiempo real para decidir fichajes, renovaciones, cuerpo técnico o pretemporada. Es decir, llegaría tarde a todo lo importante.

Y en fútbol, como en la vida, llegar tarde a veces equivale a no llegar nunca.

El telón no cae, pero empieza a temblar

El Sporting de Gijón, histórico del fútbol español, se encuentra en una especie de tierra de nadie: propiedad de un grupo mexicano que parece ya con la vista puesta en otro lado, sin comprador firme, con deudas que presionan y un verano que se avecina cargado de incertidumbres.

No hay certeza de que se venda el club. Pero lo que sí parece claro es que Orlegi ya no tiene el corazón en Gijón, y que, como tantas historias de amor empresarial, ésta también amenaza con acabar antes de tiempo… y con una despedida fría.