El Valencia suma su cuarto partido sin ganar y Corberán pide calma: “La mentalidad ha mejorado, pero el juego no”

El empate sin goles ante el Alavés deja al equipo con dudas ofensivas, aunque el técnico valora la actitud y el esfuerzo colectivo

El Valencia CF no levanta cabeza. El empate 0-0 ante el Alavés en Mendizorroza alarga a cuatro partidos consecutivos sin ganar la racha de los de Carlos Corberán, en un encuentro en el que las defensas y los porteros fueron los grandes protagonistas. El conjunto valencianista volvió a mostrar carencias ofensivas y un preocupante desacierto en los metros finales, síntomas que reflejan el bloqueo creativo que atraviesa el equipo.

Tras el choque, Corberán se mostró prudente pero autocrítico. “El equipo ha evolucionado en la mentalidad, pero no tanto en el juego”, reconoció el técnico de Cheste en rueda de prensa. Para él, el punto tiene valor por la fortaleza mental mostrada en un campo complicado, aunque admitió que el Alavés fue superior en varios tramos y generó más ocasiones, especialmente a través de Lucas Boyé, la referencia ofensiva de los babazorros.

Corberán pide exigencia pero destaca la fortaleza psicológica

“El equipo ha respondido con la mentalidad necesaria, aunque sólo con esto no basta”, insistió el técnico, consciente de que su grupo necesita algo más que actitud para salir del bache. Aun así, subrayó que sin esa fortaleza “ni siquiera habríamos sacado un punto”.

El entrenador también elogió la competitividad del Alavés y advirtió que “ganar en Mendizorroza será muy difícil” para cualquier rival. En la segunda mitad, los locales dieron un paso adelante y el Valencia perdió intensidad, quedándose sin claridad ofensiva. Solo Denis Suárez, con una falta al palo, rozó el gol en un tramo final en el que el equipo se mostró fundido físicamente y sin ideas.

Un punto que no despeja dudas sobre el futuro del técnico

Corberán aseguró que el equipo no dio un paso atrás, aunque reconoció la falta de dominio y profundidad. “Tenemos que seguir creciendo. Sin saber sufrir y mantenernos firmes, no podremos mejorar”, apuntó, apelando al trabajo constante como único camino para revertir la situación.

El empate, aunque insuficiente, da un pequeño respiro al técnico, cuya continuidad en el cargo sigue en entredicho. En el club hay preocupación por la falta de gol y la pérdida de ritmo competitivo, pero también se reconoce la entrega de un grupo que no se rinde pese a la presión.

Por ahora, el Valencia sobrevive más por su mentalidad que por su fútbol. Pero Corberán lo sabe: sin una mejora en el juego, la paciencia se agota rápido en Mestalla.