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UFC airea que Justin Gaethje está enfurecido por la pelea Topuria–Oliveira

La pelea anunciada entre Ilia Topuria y Charles Oliveira por el cinturón vacante de peso ligero ha encendido focos, pasiones y una indignación silenciosa pero ardiente

En la UFC, donde la gloria dura lo que un puñetazo mal esquivado, las decisiones no siempre se toman en función del mérito deportivo, sino del estruendo mediático. Y en ese ruido ensordecedor, Justin Gaethje parece haber sido silenciado. El anuncio del combate entre Ilia Topuria y Charles Oliveira por el cinturón vacante de peso ligero no solo sorprendió al mundo del octágono, también encendió la mecha de un descontento soterrado. Gaethje, que ha sangrado literalmente por mantenerse en la cima, fue excluido de la pelea estelar del 28 de junio como quien queda fuera de una fiesta en su propia casa.

Según reveló Jon Anik, comentarista con más inside info que un espía en la sala de juntas, Gaethje no solo está molesto, está furioso. Se siente desplazado como un veterano que, tras años defendiendo la frontera, ve cómo se entrega la medalla a un recluta recién llegado. Su manager, Ali Abdelaziz, exige claridad. No una promesa hueca, sino un lugar asegurado en el siguiente capítulo de esta historia. Porque si hay algo que molesta más que perder una pelea, es no pelearla cuando se ha ganado ese derecho con sudor, riesgo y lealtad.

Ilia Topuria y Charles Oliveira
La pelea entre Charles Oliveira e Ilia Topuria deja a Gaethje en un segundo plano

La antítesis del merecimiento: Topuria asciende, Gaethje desaparece

El vacío dejado por Islam Makhachev en las 155 libras abrió una puerta que, curiosamente, no atravesó quien llevaba años golpeando. Topuria, con su aura invicta y acento mediterráneo, fue catapultado al combate titular tras abandonar su trono pluma. Su elección tiene lógica comercial su ascenso es meteórico, su estilo, eléctrico, pero deja una pregunta incómoda. ¿Cuándo dejó de ser suficiente hacer lo correcto para ser considerado? Oliveira, por su parte, se mueve como esos actores secundarios que, sin brillar siempre, terminan robándose la escena. Su talento es innegable, su irregularidad también.

Gaethje, mientras tanto, ha hecho lo que pocos hacen, decir sí cuando todos se esconden detrás del “campamento incompleto”. Peleó con Holloway cuando otros habrían esperado sentados el llamado titular. Peleó con Fiziev sin exigir contratos dorados. Pero no fue convocado. No hubo carta, ni llamada, ni mensaje. Solo un silencio que grita más fuerte que cualquier declaración. El deporte, en teoría meritocrático, se comporta como una tragicomedia donde el héroe se queda fuera del clímax por no tener el favor del guion.

Oliveira resucita, Gaethje aguarda, y Topuria vuela

Charles Oliveira ha hecho del regreso una especialidad. Se cae, se levanta, y vuelve a hacer magia con una facilidad irritante. Cayó ante Makhachev, sí, pero luego barrió a Dariush y cerró 2024 con una victoria ante Chandler que recordó por qué fue campeón. Como esos boxeadores viejos que aún tienen dinamita en los puños, Oliveira sigue ahí, un fósil peligroso. Y eso es lo que la UFC parece premiar, resiliencia con carisma. Mientras, Topuria vuela alto con una confianza que roza la arrogancia o quizás la necesita. Su ascenso ha sido tan veloz que algunos ya olvidaron que no lleva tanto en esta categoría.

Y Gaethje, irónicamente, sigue en pie. El “Highlight”, que fue campeón BMF y cayó con honor ante Holloway, es ahora un espectador de lujo de una obra en la que debería ser protagonista. Pero si algo nos ha enseñado este deporte, es que los giros son más inesperados que un derechazo en retroceso. Gaethje no ha dicho su última palabra. Y si la historia le niega el micrófono, será él quien lo arrebate con los puños. Porque, en la UFC, como en la vida, el olvido es solo una pausa antes del rugido.

EGD MMA