Las remontadas del piloto español durante la temporada se han convertido en algo habitual
Sin duda alguna, Marc Márquez es ya, pese a su joven edad, en uno de los mejores pilotos de la historia de MotoGP. Pero su éxito no podría entenderse fuera de Honda, la marca que ha conseguido cinco títulos mundiales en los últimos años. Pero todo tiene un comienzo, y los del piloto español en cada mundial de motociclismo no ha sido del todo favorable y dejaba entrever una mala temporada.
Por lo que, pese a que al final de las temporadas vuelva a conseguir el ansiado premio (se alzó cinco veces con el de MotoGP) en varias ocasiones ha visto cómo ha tenido que remontar durante el año por no conseguir de inicio una moto de primera, como ocurrió en los años 2018 o 2019, donde en varios momentos su Honda presentaba puntos muy críticos.
Esto se reflejaba en casi todas las curvas de circuitos como Losail, que abrían el campeonato, haciendo que fuera casi una misión imposible para Marc Márquez igualar la velocidad de las Ducati, Suzuki y Yamaha, que son las más potentes. Esto era un grave contratiempo, más aún con el agravio de las distintas lesiones que sufrió el catalán.
Esta imagen era un habitual para Honda, pero, como comentó su probador, Stefan Bradl, Márquez consiguió ‘robar’ una de las dos monturas del pasado año, donde los ingenieros nipones emplearon esta misma estrategia para impulsar la evolución de la moto, resultado totalmente favorable como hemos podido comprobar.
Es por esto que se ha convertido en algo totalmente habitual ver a Marc Márquez las primeras jornadas de campeonato alejado de los puestos de cabeza. Sin embargo, y al igual que ocurrió en años anteriores, tanto Honda como el piloto consiguen remontar el vuelo y acabar la temporada como campeones mundiales de motociclismo, aupando a Marc Márquez al olimpo de los pilotos.
