Es noticia:

Paulina compite en First dates por ser la comensal más salida

La zafada comensal dejó en claro que viene a encontrar un empotrador con gran herramienta

Una mezcla de rebeldía, irreverencia y muchas travesuras, así de podría definir a Paulina, la zafada comensal de hoy en First Dates. La chica comentó el porqué de su personalidad. “Yo he sido una cabrona y una hija de p…, porque a mí lo que más me gusta en esta vida es tocar los cojones, y no sabes lo bien que se me da”.

Paulina también contó el porqué decidió venir al dating show y que espera conseguir allí. “Un hombre rebelde hasta dónde pueda llegar y le diga ‘¡Basta!’, pero de eso no hay. Es que soy alérgica a las pollas pequeñas”. Además confesó que separarse del papá de sus hijos fue la mejor decisión. “Estuve casada, tengo dos hijos y lo mejor que le ha pasado en esta vida es ser una cornuda porque así me lo quité del medio”.

First dates Paulina
A Antonio tampoco le gustó su cita y hasta se atrevió a decir que si Paulina fuese la última mujer del mundo, se cambiaría de sexo”.

Paulina esperaba encontrar un hombre rebelde en First Dates pero Antonio fue todo lo contrario

La comensal dejó en claro que viene buscando un hombre grande con herramienta grande pues cuando “Se bajan los pantalones, no se la veo, y digo: ‘¿Dónde la tienes? Súbete los pantalones mejor’. Soy una mujer rebelde que busca a un hombre como yo y bien dotado”. En ese momento apareció Antonio, un barcelonés de baja estatura y no como lo esperaba la manipuladora de alimentos.

“A mí los hombres bajitos y barrigones no me gustan. Pobre hombre, viene conmigo y en media hora lo destrozo”. Cuando empezaron a entablar las primeras conversaciones, el sexo fue el tema predilecto y por ello el gruista dijo. ” Soy un tío bastante romántico y pasional”. De eso no había duda en Paulina pues comentó. “Tiene pinta de osito, no de empotrarte contra la pared. Quiero algo grande y hermoso que me alegre la vida”.

A Antonio tampoco le gustó Paulina y la cita en First Dates fue un total fracaso

Parece que la apreciación física fue muta pues el barcelonés también admitió que Paulina no le llegó a gustar en lo más mínimo. Si Paulina fuera la última mujer que hubiera en el mundo, me cambiaría de sexo” comentó con gracia el gruista. Cuando la cita no podía salir peor, en el privado las cosas se pusieron un tanto tensas.

Al comensal no le gustó que la chica hablara con tanta propiedad de los temas sexuales y la calificó de “Sabionda” algo que lo sacó de casillas. Como era lógico, en l decisión final se dijeron no al tiempo aunque se agradecieron mutuamente por haber compartido un rato de sus vidas y por tomarse la molestia de conocer a la otra persona.

Paulina no fue la única que habló de sexo salvaje en la noche

Llegó el día en que Judith visitó el restaurante más famoso de España y donde cupido se la pasa merodeando, el de First Dates. No más en su presentación, la gerundense explicó uno de sus dilemas en lo íntimo. “Me encanta follar, de todas las maneras y en todas las posturas. La gente me dice que soy muy ninfómana y eso es verdad, pero es un problema. Al serlo, no tengo ningún tope, siempre quiero más”.

Además de que se fogoso y le guste el sexo sin control, Judith busca un hombre “que sea buena persona, es lo más importante. También que trabaje, que yo me mantengo, no me hace falta nadie”. Luego añadió, “También que sea romántico y le guste la fiesta, que me encanta bailar. Si tienes dolor de cabeza, perreas, bailas un poquito y te lo quita, es como un paracetamol“.

Judith quedó fascinada con el físico de Gustavo en su primer vistazo en First Dates

Y entonces llegó Gustavo, un chico con figura atlética y esbelta que dejó como una moto a la gerundense. Ella exclamó, “el jersey que lleva me gusta porque se le nota el cuerpo. Se lo comía todo con nata y chocolate. Además, el acento gallego me pone burra”. El comensal destacó que lo que más le gusta de las mujeres es su pecho, pues es también lo que más le gusta de si.

“Me gusta mi pecho porque lo tengo muy entrenado y llevo un tatuaje muy grande. También lo usan para dormir”. Cuando tocaron el tema íntimo los dos parecían estar de acuerdo, hay que tener sexo a diario. “A una persona que no me vaya a echar un polvo no le quiero, eso sí, hay que conocerse, tener mucho cariño, pero hay que follar. Si no, ni se alivian los dolores, ni el dolor de cabeza, ni nada” sentenció Judith.

A pesar de compartir el sexo como un factor esencial en una relación, se dio un resultado inesperado en First Dates

La química que demostró Judith y Gustavo parecía fluida y se veía que había futuro entre ambos. Tanto fue así que el comensal confesó. “Me excitan los besitos en el cuello, las cachetaditas y cosas así… Tipo 50 sombras de Grey. Me gusta el sexo duro”. Esto animaba cada vez más a la gerundense que ya se lo imaginaba sin ropa.

Lo cierto es que algo pasó en la decisión final, y la gente quedó estupefacta con el resultado. La chica inició diciendo que si le gustaría tener una segunda cita pues. “La cena ha sido muy corta, no he podido comer casi, y me gustaría seguir conociéndole”. Cuando ella esperaba el sí de Gustavo, el chico la sorprendió con un no. ¿La razón? “Su físico y la distancia me han echado para atrás”.

First Dates