Es noticia:

Secret Story vapuleado en dura comparativa con Gran Hermano

Las causas que han llevado a que Mediaset y Zeppelin no estén conquistando al público 

Durante los últimos tiempos, son muchos los realities de televisión que se disputan por estar entre los primeros lugares de audiencia y entre ellos se encuentra Secret Story. Aunque también hay que recordar que este próximo diciembre se cumplirán dos años del adiós de la marca Gran Hermano en Telecinco.

Sin embargo, para llenar este hueco de Gran Hermano, Mediaset intentó reconquistar a la audiencia nostálgica del encierro con El Tiempo del Descuento y La Casa Fuerte, pero ninguno de estos, rozó el éxito del “original”. Es por eso que la última opción que tuvieron fue Secret Story, un spin-off de GH. 

Secret Story claves
Secret Story por ahora no convence a la audiencia

La emisión de los domingos no ha sido suficiente para llegar al esperado liderazgo

Pero Secret Story no está obteniendo los datos de audiencia deseados para un reality de otoño. La gala de los jueves se eleva como su emisión más vista en estas primeras semanas, con cifras superiores al 17% de cuota y un liderazgo que, salvo giro inesperado, no corre peligro por el momento.

Los domingos, La noche de los secretos se queda muy lejos del liderazgo al verse ampliamente superado por las series turcas. Veremos si el reciente adiós de Mi hija, que se despidió el pasado domingo rozando el 30% en late night, permite al debate moderado por Jordi González mejorar sus cifras aprovechando su tardío final.

La producción de Secret Story no ha logrado encajar entre la audiencia 

Cuando se anunció el lanzamiento de Secret Story se prometió un reality “donde los secretos marcan el ritmo de la convivencia”, pero eso no ha ocurrido. Con Zeppelin TV detrás, lo que ha acabado emitiéndose en Telecinco ha sido una variación mínima sobre la base del propio Gran Hermano, pero con otro nombre.

Además, sin la voz del todopoderoso Súper. El resto es lo mismo, y ese es un gran error. Parecerse sin llegar a serlo siempre deja un aroma a complejo de inferioridad que repele al espectador, que no acaba de gozar del regreso del primogénito, ni de las mieles de una novedad.

Mamen Mendizábal