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La polémica afición de la reina Letizia que solo aprueba el emérito: crisis gorda en Zarzuela

Letizia, entre la devoción a la caza y el cuidado de su imagen

En el entorno de la realeza, todo puede convertirse en escándalo. Sin embargo, pocas aficiones generan tanta polémica como la caza. La reina Letizia no es ajena a esto por su nueva afición. A pesar de su compromiso con la cultura y la solidaridad, su gusto por la caza ha saltado a la luz, creando una controversia inesperada.

La monarquía española ha sido objeto de escrutinio desde siempre. Letizia, descrita en ocasiones como distante, ha tratado de acercarse al pueblo a través de la transparencia y la cercanía. Aunque su vida sigue siendo en gran parte un enigma, las recientes revelaciones han sacudido la percepción del público.

La Reina Letizia y su afición Oculta.
La Reina Letizia y su afición Oculta.

La afición secreta: Letizia y la caza

El amor por la caza no es algo nuevo en la realeza. Juan Carlos, padre de Felipe VI, ya lo practicaba con devoción. La pasión de Letizia por esta actividad, sin embargo, había permanecido en la sombra. Fonsi Loaiza, periodista de ‘El País’, trajo a la luz el financiamiento de cotos privados de caza con dinero público, apuntando directamente a Felipe VI y Letizia como aficionados.

Los Borbones han mostrado tradicionalmente una atracción por las armas. La anécdota de Pilar Eyre en su entrevista con Risto Mejide pone de manifiesto la profundidad de esta conexión. Eyre menciona cómo el rey Juan Carlos enseñó a Felipe a disparar desde joven, a pesar de las advertencias de familiares sobre posibles tragedias pasadas.

Las armas, un regalo inesperado en la realeza

La reina Letizia Ortíz no es la excepción. Eyre reveló que incluso Letizia ha participado en cacerías. Sin embargo, nunca veremos imágenes de estos eventos, dado el cuidado que los monarcas actuales ponen en su imagen pública. Esta discreción refuerza el misterio y la curiosidad en torno a las actividades privadas de la realeza.

Con todo, la controversia generada alrededor de la reina Letizia y su afición a la caza nos recuerda la tensión constante entre la vida privada de la realeza y las expectativas del público. En tiempos de redes sociales y transparencia, es un equilibrio difícil de mantener.