Mouratoglou lanza una crítica feroz: “Ni su juego ni sus golpes son extraordinarios”
A veces, incluso los más grandes tienen que lidiar con juicios incómodos. En plena preparación para Roland Garros, Novak Djokovic ha tenido que escuchar una de las críticas más duras de los últimos tiempos. Y no viene de cualquier voz. Patrick Mouratoglou, entrenador de talla mundial y excoach de Serena Williams, ha querido poner en duda no los logros del serbio, sino los cimientos mismos de su juego.
En una entrevista con Eurosport, Mouratoglou no se mordió la lengua:
“Cuando veías jugar a Djokovic con 19 años, nadie pensaba que podía llegar a esto. Técnicamente, incluso hoy, si lo comparas con Rafa o Roger, parece casi mediocre”.
Una afirmación incendiaria, que busca poner el foco no tanto en la estética de su tenis, sino en su esencia. Para el técnico francés, lo que hace de Djokovic un campeón no son sus golpes, sino su mente indestructible.
“No es la raqueta. Es la cabeza. Su éxito nace de su ambición brutal, su disciplina quirúrgica y su obsesión por el detalle”.
Un campeón que no se inmuta
Lejos de entrar en una guerra dialéctica, Djokovic sigue con la mirada puesta en lo que realmente le importa: llegar preparado a París. El serbio se encuentra en Ginebra, donde participa en el torneo ATP con la intención de sumar ritmo tras las tempranas eliminaciones sufridas en Montecarlo y Madrid.
En declaraciones a Sportklub, dejó clara su postura sobre su equipo técnico tras su separación de Goran Ivanišević:
“No estoy buscando un nuevo entrenador. Me siento cómodo con el equipo que tengo. Necesitaba algunos ajustes, pero estoy tranquilo”.
A su lado están ahora Dušan Vemić y Boris Bošnjaković, con quienes trabaja para recuperar sensaciones en la pista. El objetivo no es otro que conquistar su título número 100 en el circuito ATP y, sobre todo, pelear por su 25º Grand Slam.

“Estoy viviendo algo nuevo, pero no me rindo”
Djokovic no esquiva la realidad. Reconoce que no está en su mejor momento, pero también advierte que aún queda mucho por escribir en su historia:
“No estoy acostumbrado a perder tan pronto. En 20 años no me ha pasado tan seguido. Pero sigo aquí, jugando por los grandes títulos y buscando medirme con los mejores”.
Aunque el tiempo avanza, y las nuevas generaciones aprietan, Djokovic sigue siendo una figura central. Las palabras de Mouratoglou pueden levantar cejas, pero también invitan a recordar que el serbio ha construido su legado no desde la espectacularidad, sino desde la resiliencia, la constancia y la capacidad de sufrir sin quebrarse.
Y eso, en el tenis, muchas veces pesa más que un revés elegante.