En tiempos donde el postre suele ser sinónimo de culpa, uno inesperado se abre paso con sabor tropical y conciencia limpia. El Alpro Absolutely Coco conquista paladare
Hay algo paradójico y casi poético en que uno de los productos más codiciados en los pasillos de Mercadona no sea ni un chocolate belga ni un pastel con nombres afrancesados, sino un humilde vasito de coco cremoso, vegano y sin lactosa. El Alpro Absolutely Coco, que cuesta menos que un café de especialidad, ha desbancado con sigilo a los clásicos postres azucarados, erigiéndose como símbolo de una nueva gula, la que no pesa, no culpa y no enferma. Porque sí, hoy el placer también puede ser saludable, aunque suene tan contradictorio como un gimnasio con barra libre.
Ligero como una tarde de domingo y con el frescor de un chapuzón imprevisto, este postre ha encontrado su lugar no en los nichos de lo alternativo, sino en la cesta común del consumidor exigente. Su sabor suave con notas tropicales más evocadoras que invasivas lo convierte en un comodín diario, desayuno exprés, merienda salvavidas o snack sin remordimientos. Quepan aquí todos los públicos, desde quienes no toleran la lactosa hasta los que no toleran las excusas.
Crema vegetal, placer terrenal
El Absolutely Coco es, en esencia, un acto de alquimia vegetal, transforma la pulpa del coco en una textura que roza la del yogur, sin necesidad de vacas ni laboratorios oscuros. Lo curioso es que esta suavidad, tan parecida a la de sus contrapartes lácteas, nace del mundo vegetal, como si la naturaleza quisiera recordarnos que ella también sabe mimar. En un mundo donde lo vegano a menudo se caricaturiza como insípido o radical, este postre ofrece un argumento silencioso pero contundente, se puede renunciar sin perder.
El coco, ese fruto que crece a ritmo de olas y que históricamente fue más parte del decorado exótico que del menú europeo, se convierte aquí en protagonista. Y lo hace con dignidad nutricional, sin azúcar excesiva, sin ingredientes imposibles de pronunciar, pero con proteínas vegetales que sacian como promesa cumplida. Su versatilidad es casi literaria, se deja combinar con frutas, cereales o frutos secos sin perder su carácter. Es como ese amigo que cae bien en todas las reuniones.
Más que un capricho: una recomendación profesional
El éxito del Absolutely Coco no se limita al entusiasmo del consumidor, ha pasado también por el filtro de los profesionales de la salud. La nutricionista clínica María Fernanda Contramaestre que bien podría ser el azote de todo lo que lleve más de cinco letras en su lista de ingredientes lo respalda sin reservas. “Este tipo de postres son una excelente opción para quienes buscan cuidar su salud sin renunciar al placer”, declara, como si hubiera esperado años para decirlo en voz alta.
Y tiene razón. Porque cuando un producto puede ser desayuno, postre y tentempié a la vez, y además mejorar si lo mezclas con arándanos o nueces, estamos ante algo más que un capricho saludable, estamos ante una costumbre en ciernes. Uno de esos gestos cotidianos que, sin que nos demos cuenta, empieza a redibujar la relación entre comida, salud y placer. Que lo vendan en Mercadona es casi una ironía, la revolución, a veces, empieza entre góndolas.
