Una nueva etapa sin cargas económicas: el club deja atrás el lastre de 2018 y refuerza su solvencia de futuro
Hay victorias que no se celebran en la cancha, pero valen tanto como una copa. Bilbao Basket acaba de anotarse una de ellas. El club vizcaíno ha firmado un acuerdo estratégico con BBK, su patrocinador y ahora también aliado clave en el saneamiento económico, que le ha permitido liquidar los 1,3 millones de euros que aún arrastraba de su deuda histórica, cerrando así un capítulo financiero que lo perseguía desde 2018.
En su peor momento, el club llegó a deber casi siete millones de euros, una cifra que lo llevó al concurso de acreedores y al descenso de categoría. Hoy, en cambio, el panorama es otro: el proyecto está saneado, en crecimiento y con potencial real para mirar al futuro sin mirar atrás.
Una alianza más allá del patrocinio
El acuerdo con BBK no se limita al patrocinio en camisetas o visibilidad institucional. Según el comunicado conjunto, se trata de una alianza estratégica que refuerza el papel social y deportivo del club en la ciudad, y al mismo tiempo responde a los valores fundacionales de la obra social de BBK. Lo económico y lo simbólico se dan la mano.
Isabel Iturbe, presidenta del club desde 2020, lo resumió con claridad:
“Es el culmen de años trabajando juntos. Comienza un ciclo que abre un nuevo horizonte al club, con mucho potencial y buena salud”.
Con esta operación, se cierra también una etapa marcada por los excesos de la era Gorka Arrinda, que dejó a Bilbao Basket con compromisos impagables incluso en su época dorada, cuando jugó Euroliga. El pasado pesa… pero ya no asfixia.
Una gestión paciente y eficaz
Desde que Iturbe tomó el timón del club, el objetivo ha sido claro: saneamiento sin renunciar al proyecto deportivo. Y lo han logrado. Bilbao Basket ha cerrado todas las temporadas en beneficios, salvo la afectada por la pandemia. Ha cumplido con el calendario de pagos al milímetro y ha evitado pedir ayuda financiera externa.
De hecho, antes de que empezara esta temporada, ya se había devuelto la mitad de los 2,6 millones que aún quedaban pendientes. Lo que faltaba —1,3 millones— ha sido ahora cubierto por este nuevo acuerdo con BBK.
En palabras del consejero Pablo Allende:
“Se está cumpliendo con todas las obligaciones de deuda y todas las necesidades del club sin necesidad de recurrir a apoyo financiero externo”.
Una nueva etapa para mirar arriba
La deuda ya no es un ancla. El club puede ahora centrar sus recursos y energías en crecer institucionalmente, conectar más con la ciudad y ser ambicioso en lo deportivo. Porque este acuerdo no solo liquida un pasivo; también libera un potencial que hasta ahora estaba hipotecado por el pasado.
Bilbao Basket no solo está vivo: está en condiciones de volver a soñar en grande. Y si algo ha demostrado la ACB en los últimos años es que los proyectos serios, sostenidos y conectados con su comunidad son los que resisten y triunfan.
