Joventut se despide de una de sus mayores promesas, en medio del éxodo juvenil hacia EE.UU
Otra fuga. Otra promesa que abandona el baloncesto español antes de debutar en la élite. Este viernes, el Joventut de Badalona confirmó que Ian Platteeuw, su talentoso pívot de 17 años, se marcha a Estados Unidos para continuar su desarrollo en la NCAA. No es una baja cualquiera, es una más en la sangría constante que están sufriendo las mejores canteras europeas ante el empuje legal y financiero del baloncesto formativo estadounidense.
Mientras el Real Madrid y el Barça niegan no sin ironía que estén barajando cerrar sus estructuras de base, lo cierto es que el enfado es real. Porque cuando uno invierte años en formar, educar y proyectar a jóvenes como Platteeuw y estos se marchan antes siquiera de debutar con el primer equipo, el modelo empieza a tambalearse. La Penya, con ese orgullo de club formador que le corre por las venas, lo ha digerido como ha podido: “mantendrá derechos y opciones futuras para reincorporar al jugador”, reza el comunicado. Traducido, nos consuela pensar que tal vez algún día volverá.
Salario NCAA: el nuevo gancho dorado
Hasta hace poco, los jugadores se iban por el sueño americano. Ahora también se van por el sueldo. La nueva reglamentación de la NCAA permite ofrecer a las promesas contratos publicitarios y beneficios económicos nada desdeñables. Lo suficiente, en algunos casos, como para igualar o incluso superar lo que cobrarían en la ACB. Ian Platteeuw, como Izan Almansa, Aday Mara o Baba Miller antes que él, ha optado por ese camino. Un camino que no siempre lleva a la NBA, pero que cada vez empieza más temprano.
En ese contexto, la marcha del joven pívot desde Badalona no es una excepción, sino una confirmación, la cantera española está produciendo talento, sí, pero también lo está exportando a una velocidad inédita. Y sin retorno garantizado. Los clubes forman, los estadounidenses fichan. La FIBA, mientras tanto, promete “revisar el modelo”. Promete.
Doble golpe: Dame Sarr se marcha a Duke
Para redondear la jornada, el mismo día se ha confirmado también el fichaje de Dame Sarr por Duke. El ex del Barça, que abandonó el club sin permiso para probar suerte en Estados Unidos, jugará en una de las universidades más prestigiosas del circuito NCAA. “Era la universidad de mis sueños”, ha dicho a ESPN. Otra joya europea en Carolina del Norte. Otro adiós antes de tiempo.
¿Y la Penya? Como siempre, en la trinchera. Formando jugadores con mimo, sabiendo que el mundo ha cambiado. Que ahora los talentos no se escapan cuando brillan. Se escapan antes de prender.
