Villarreal y Athletic se citan en La Cerámica con la mira puesta en Europa. Dos equipos en Champions que llegan con dudas y certezas en sus alineaciones buscan tres puntos vitales en la jornada 7 de LaLiga
El Villarreal llega a La Cerámica con la confianza recién estrenada tras un triunfo sufrido en Sevilla, ese tipo de victorias que no se celebran con champán, pero sí con un suspiro de alivio colectivo. El gol de Solomon, con Mikautadze como socio de lujo, ha sido la chispa que devolvió al equipo de Marcelino un optimismo que parecía extraviado entre lesiones y partidos grises. La paradoja es clara, mientras algunos se erigen en héroes inesperados, la portería sigue siendo el lugar donde se tambalea la fe. Arnau Tenas brilló en el último encuentro, aunque Luiz Júnior, como un fantasma del pasado, asoma para reclamar su lugar bajo los palos.
En defensa, las incógnitas se concentran en el carril derecho, una suerte de moneda al aire entre Buchanan y Oluwaseyi. El ataque, en cambio, parece tener rostro definido, Solomon, el héroe del Sánchez Pizjuán, apunta a su primera titularidad, mientras Mikautadze se consolida como referencia ofensiva, un delantero que, como los buenos vinos, va madurando con cada jornada. Las claves, para quienes viven el fútbol como si fuera bolsa de valores, se resumen en una pregunta inquietante. ¿resistirá la portería o deslumbrará Solomon lo suficiente para compensar los titubeos?
Athletic en busca de identidad perdida
El Athletic aterriza en Vila-real con el sabor agridulce de un empate ante Girona, un resultado que ni hunde ni enaltece, y que obliga a Ernesto Valverde a mover piezas como un ajedrecista apurado en los últimos minutos de partida. La medular volvería a ser territorio de Galarreta, que asume el timón en medio del oleaje, mientras Yuri y Areso ocupan los laterales para dar equilibrio a un equipo que, en ocasiones, parece desangrarse por las bandas. La defensa recupera a Dani Vivian tras sanción, un regreso esperado, aunque teñido de la incógnita de si podrá reeditar la fiabilidad de antaño.
En ataque, el conjunto rojiblanco se enfrenta a sus propias contradicciones, Robert Navarro aporta aire fresco por la izquierda, Jauregizar vive un momento dulce que exige continuidad, y sin embargo, Sannadi y Guruzeta teóricos pilares ofensivos se convierten en apuestas arriesgadas, casi descartes de lujo. La ironía es palpable, el Athletic necesita goles, pero algunos de sus delanteros parecen haber olvidado el oficio.
Un duelo con aroma europeo
Lo que se juega en La Cerámica es más que tres puntos, es el espejo en el que ambos equipos buscan reconocerse. Villarreal, con la misión de consolidar a sus nuevas piezas, se mide a un Athletic urgido de contundencia y certezas, como dos estudiantes que llegan al examen con libros subrayados, pero dudas en la cabeza. En plena Champions League, cada partido de Liga es un recordatorio de que el margen de error se ha reducido al mínimo.
La batalla promete intensidad y giros de guion, esos pequeños detalles que convierten un despeje en épica o una pérdida en tragedia. Villarreal busca continuidad; Athletic, redención. El resultado, más allá del marcador, servirá como brújula en una temporada que exige tanto resistencia como imaginación. Porque, al final, ganar es solo el principio, lo verdaderamente difícil es sostener la ilusión cuando el calendario se vuelve despiadado.
