El Girona FC enfrenta dificultades en ataque durante el inicio de la temporada, mientras su solidez defensiva muestra signos de mejora respecto a la campaña pasada
El Girona FC ha comenzado la temporada 2024 con una clara mejoría en el aspecto defensivo, pero su capacidad ofensiva está lejos de ser la que mostró el año anterior. Aunque los números defensivos ofrecen optimismo, el equipo parece haber perdido parte de su chispa goleadora, especialmente en las acciones cercanas al área, donde fue letal en la temporada 23-24.
En el Girona se evidencia una mejora defensiva, pero muchas carencias en ataque
En la presente temporada, el Girona ha logrado tres partidos con la portería a cero en sus primeros siete encuentros, una señal alentadora. Incluso en dos de esos encuentros, los rivales no llegaron a disparar a puerta (Osasuna y Rayo Vallecano), algo que refuerza la percepción de que el equipo ha dado un paso adelante en defensa. Sin embargo, el equipo ha reducido significativamente su producción ofensiva, especialmente en comparación con la temporada pasada.
En la 23-24, el Girona realizó 38 tiros a puerta en las primeras siete jornadas, pero este año solo ha registrado 23 tiros en el mismo número de encuentros. Además, el número de goles desde el área pequeña, una de sus grandes fortalezas, ha disminuido drásticamente. La pasada temporada, el Girona fue el equipo que más goles anotó en el área chica (34), mientras que en esta campaña, solo ha logrado tres tantos desde esa posición.
Dificultades en el balón parado y en los centros laterales
Uno de los puntos más críticos ha sido la ausencia de goles a balón parado, que fue un arma clave el año pasado. En la temporada anterior, cinco de los nueve goles a balón parado fueron obra de Eric García, pero en lo que va de la actual temporada, el Girona aún no ha marcado de esta manera. Además, el equipo está perdiendo la mayoría de sus duelos aéreos, lo que ha afectado su capacidad para generar peligro en estas situaciones.
Otro aspecto donde el Girona ha tenido menos éxito es en las acciones laterales. En la temporada pasada, el equipo anotó 39 goles gracias a centros, pases interiores o jugadas de línea de fondo. Aunque este año ya ha conseguido seis tantos en siete jornadas, solo uno ha venido de un pase interior lateral, una estadística preocupante para un equipo que solía ser muy efectivo en estas situaciones.
Necesidad de ajustes tácticos: el trabajo que deberá hacer Míchel será bastante ahora
Los datos muestran que el Girona está teniendo dificultades para acceder a las zonas interiores, una de las claves de su juego la temporada pasada. Este tipo de jugadas, que suelen desembocar en tiros en posiciones ventajosas o en centros peligrosos, han sido más difíciles de ejecutar para el equipo en la presente campaña. Además, el equipo ha pasado de necesitar 92 pases para generar un disparo la temporada pasada a 148 pases en esta, lo que refleja una pérdida de fluidez en su juego ofensivo.
Si bien es posible que estos problemas se deban a los ajustes necesarios para integrar a los nuevos jugadores, el equipo de Girona deberá encontrar soluciones rápidamente si quiere recuperar su capacidad goleadora. A medida que avancen las jornadas y las piezas se ajusten, es de esperar que el equipo recupere el nivel que lo convirtió en uno de los equipos más peligrosos la temporada pasada.
