El nuevo técnico afronta su debut en un partido crucial, con dudas en el once inicial y la presión de sumar tres puntos
El estreno de Emilio Larraz al frente del Real Zaragoza llega marcado por la urgencia. El conjunto aragonés se enfrenta a la Cultural Leonesa en un duelo directo por la permanencia, consciente de que una victoria supondría un salto moral y clasificatorio. El nuevo técnico, con pasado en el filial blanquillo, encara su primera prueba en el banquillo con un once plagado de incógnitas, condicionado por lesiones y por la necesidad de redefinir jerarquías internas.
Competencia abierta en la portería y dudas en la defensa del Real Zaragoza
El primer debate se abre bajo palos. Adrián parte con ligera ventaja sobre Andrada, aunque la llegada de Larraz reabre la competencia en todas las posiciones. La defensa tampoco está definida. En el lateral derecho, Francho Serrano y Juan Sebastián se disputan el puesto, mientras Aguirregabiria podría recuperar protagonismo. En el eje central, la búsqueda de solidez será clave para evitar los errores que han lastrado al equipo en las últimas jornadas.
El centro del campo, condicionado por la lesión de Keidi Bare y el peso de la medular
La baja del mediocentro albanés condiciona la estructura del juego. Keidi Bare es una de las piezas más importantes del esquema zaragocista, y su ausencia abre la puerta a un trío alternativo formado por Paul Akouokou, Raúl Guti y Toni Moya. Larraz podría recurrir a Pau Sans, un jugador al que conoce bien del filial, para aportar dinamismo y equilibrio. La gestión del medio será determinante para sostener el ritmo del partido y conectar con la delantera.
El ataque del Zaragoza busca recuperar el gol con Bazdar y Soberón como principales alternativas
En la delantera, el Real Zaragoza sigue buscando soluciones. Samed Bazdar, una de las jóvenes promesas del club, necesita recuperar confianza y eficacia tras varias jornadas discretas. Su puesto no está asegurado y Mario Soberón emerge como una alternativa real para acompañar o sustituirle. Larraz deberá decidir entre mantener un esquema ofensivo clásico o apostar por un enfoque más conservador en su estreno.
El contexto no deja margen para el error. Con el equipo hundido en la clasificación y la afición exigiendo una reacción inmediata, Emilio Larraz asume un reto tan exigente como simbólico: devolver al Zaragoza la competitividad y la identidad que perdió en el camino. Su conocimiento del club puede ser su mejor herramienta para iniciar la remontada.
