La derrota ante el Córdoba agrava su situación y el club ya debate su continuidad en el banquillo
El futuro de Gabi Fernández en el Real Zaragoza pende de un hilo. La derrota ante el Córdoba CF en el Ibercaja Estadio, con polémica arbitral incluida, ha vuelto a situar al técnico madrileño más fuera que dentro del banquillo blanquillo.
Pese a que la victoria ante el Mirandés pareció darle oxígeno hace apenas una semana, el nuevo tropiezo ha reactivado las dudas en el club. Según diversas informaciones, el pasado domingo se habrían producido reuniones y llamadas de urgencia dentro de la entidad para abordar directamente la continuidad del entrenador.
Reuniones internas y presión desde la propiedad
La situación es crítica, y tanto la dirección deportiva como la propiedad del club son conscientes de que algo debe cambiar. Aunque Txema Indias no sería el principal impulsor de la destitución, la decisión final podría venir desde arriba.
“Algo tiene que cambiar y el eslabón más débil siempre es el entrenador”, reconocen fuentes próximas al club.
En el seno de la S.A.D. zaragocista se considera que el equipo no ha mostrado la reacción esperada y que los resultados no acompañan el proyecto iniciado por el técnico madrileño el pasado verano.
El partido ante el Almería, su última oportunidad
De momento, Gabi Fernández seguirá al frente del Real Zaragoza y se sentará en el banquillo del Estadio de los Juegos Mediterráneos para medirse a la UD Almería. Ese encuentro se perfila como su última bala: solo una victoria le permitiría conservar el puesto.
En la rueda de prensa posterior a la derrota ante el Córdoba, el entrenador no quiso referirse a su posible destitución. Sin embargo, en declaraciones previas había reconocido su situación con total naturalidad:
“La propiedad me transmite confianza cada día, pero esto es fútbol. Si no ganas, no pueden echar a todos los jugadores, así que el damnificado seré yo.”
Aun así, Gabi aseguró que mantiene su energía enfocada en el equipo:
“No pienso un segundo en eso. Mi energía, que es mucha, la centro en transmitirla a los jugadores.”
El duelo frente al Almería se presenta como una final anticipada para el técnico y un punto de inflexión para un Zaragoza que necesita resultados urgentes para evitar una crisis mayor.