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Ilia Topuria provoca y Charles Oliveira responde: “Voy a noquear a este tipo”

A un mes del combate, las palabras ya empiezan a volar más rápido que los puños. Ilia Topuria provoca, Charles Oliveira responde. El octágono aún espera, pero la guerra ya empezó

Apenas ha comenzado el verano en Las Vegas, pero el aire ya huele a pólvora. Ilia Topuria, ese huracán caucásico con pasaporte español, ha vuelto a demostrar que no solo golpea fuerte con los puños. Sus palabras, lanzadas desde el evento WOW 19 como si fueran ganchos verbales, tienen un solo destinatario, Charles Oliveira. “Va a sufrir muchísimo”, anunció, con la seguridad de quien no contempla otro final que la victoria. Y no es solo arrogancia; es una especie de fe guerrera, tan ancestral como su linaje.

Mientras tanto, en la trastienda de la UFC, se entrena el silencio. Pocas entrevistas, ningún gesto grandilocuente fuera de las cámaras, ambos gladiadores afinan cuerpo y mente como monjes en víspera de batalla. Pero que nadie se confunda, la calma es solo apariencia. Como en las viejas tragedias griegas, el drama ya se cocina en los pasillos antes de llegar al escenario. Y cada frase lanzada en redes o micrófonos es apenas la chispa antes del incendio.

Ilia Topuria
topuria lanza el reto con estadísticas

Topuria y la estadística como arma arrojadiza

Ilia no sólo combate con guantes, también con cifras. Esas mismas que repite como mantras, invicto, superior, inédito. Y lo hace con el descaro de un joven emperador que aún no conoce derrota. “No soy como los otros”, dice, aludiendo a las diez caídas de Oliveira. “Si con ellos cayó, imagina conmigo”. Es una comparación cruel, como comparar tormentas pasadas con un huracán en camino. Pero ese es Topuria, afilado, confiado, implacable.

Y si el brasileño representa la calma del veterano, Ilia encarna el fuego del recién coronado. No deja escapar la ocasión de señalar a Makhachev como ausente ilustre, un campeón al que acusa de esconderse bajo su cinturón. Agradece a Oliveira el aceptar el reto, sí, pero con un deje irónico, como si le estuviera dando las gracias a una presa que camina sola hacia la trampa. En este juego, cada palabra es un jab y cada dato, una patada al ego.

Oliveira: experiencia que no necesita gritar

A diferencia del rugido de Topuria, Charles Oliveira habla como quien ya ha sobrevivido al coliseo. No se exalta, no se enreda. “Voy a noquear a este tipo”, afirma, sin elevar la voz. Podría parecer humildad, pero es orgullo contenido. Oliveira no necesita demostrar su pedigrí; su historial lo hace por él, más sumisiones que nadie, más finalizaciones que cualquier otro. Es como un depredador en silencio que solo ataca cuando el objetivo baja la guardia.

Las estadísticas favorecen al español, es cierto, pero el brasileño guarda un as bajo la manga, el suelo. Si la pelea cae a la lona, Topuria entrará en un mundo donde Charles es rey. Sin embargo, no será fácil llevarlo allí. Ilia ha demostrado una capacidad felina para mantenerse de pie. Y así, como dos ríos que corren en sentido opuesto, se aproxima un choque de estilos, temperamentos y épocas. Uno quiere subir, el otro volver. Uno vocifera, el otro sentencia. Y entre ambos, la UFC sonríe, el espectáculo está garantizado.

Jon Jones UFC