La química rota con la plantilla y los malos resultados dejan al técnico navarro al borde del despido
El RCD Mallorca atraviesa un momento crítico. Con solo cinco puntos y el equipo colista en LaLiga EA Sports, el conjunto bermellón llega al parón internacional sumido en dudas y con un ambiente enrarecido en el vestuario con su entrenador Jagoba Arrasate.
La derrota en San Mamés ha encendido las alarmas y podría precipitar la destitución de Jagoba Arrasate, que parece haber perdido la conexión con la plantilla. El encontronazo con Dani Rodríguez no ha ayudado a calmar las aguas, y la sensación en el club es que el equipo ya no responde como antes.
Aunque la victoria ante el Alavés dio un breve respiro, la dinámica negativa y la falta de identidad del equipo acercan el relevo en el banquillo.
Luis García Plaza, el regreso del bombero de confianza
El madrileño Luis García Plaza aparece como el primer candidato en la lista. Con experiencia en situaciones límite y un perfil que combina orden defensivo y juego alegre, conoce a la perfección la casa bermellona:
“Ascendió con el Mallorca en 2021 y dejó un grato recuerdo entre la afición.”
Su regreso supondría una apuesta por la estabilidad táctica y la motivación de un grupo que necesita confianza y equilibrio.
Quique Sánchez Flores, experiencia para reconstruir desde atrás
Otro nombre que suena con fuerza es el de Quique Sánchez Flores.
El técnico madrileño está acostumbrado a lidiar con vestuarios en crisis y a reconstruir desde la defensa, precisamente la gran debilidad del Mallorca esta temporada.
Su paso por el Sevilla FC dejó una huella similar a la situación actual de los bermellones: un equipo necesitado de orden, rigor táctico y liderazgo.
“Quique podría devolver al Mallorca la solidez y la serenidad que ha perdido.”
Borja Jiménez, juventud, carácter y trabajo
El tercer candidato es Borja Jiménez, técnico que llevó al CD Leganés al ascenso y rozó la permanencia en Primera hasta la última jornada.
El abulense destaca por su capacidad para crear grupos solidarios y comprometidos, algo que el Mallorca parece haber perdido con Arrasate.
“Jiménez podría aportar garra, unidad y una identidad más reconocible en el vestuario.”
Su perfil encaja con el deseo del club de apostar por un entrenador joven, intenso y con hambre de consolidarse en la élite.