La fusión entre ambas entidades genera unas consecuencias dramáticas
Parece que Unicaja deberá asumir la mayor parte de los despidos y gastos de reestructuración en la fusión acordada con Liberbank. La política de fusiones iniciada para mitigar la pérdida de rentabilidad de las pequeñas y medianas entidades, hizo que el paso 29 de diciembre se firmase el trato de fusión.
Expertos en la materia han publicado documentos en Facebook que detallan cómo se producirá la reorganización de Unicaja y Liberbank para llevar a cabo la fusión. En este punto, la entidad malagueña tiene las de perder, ya que es mucho mayor su volumen de oficinas y personal.
Despidos y oficinas cerradas para la nueva Unicaja
Es mayor el tamaño de la red de oficinas, pero Unicaja pierde con Liberbank la batalla de la productividad. Porque si atendemos a la productividad por empleado, Liberbank llega a los 16 millones, mientras que Unicaja apenas llega a los 12,5 millones. Debe reducir muchos costes para situarse en una rentabilidad similar a Liberbank.
La fusión de Liberbank y Unicaja supondrá 1900 despidos y 400 oficinas cerradas. El objetivo de toda fusión bancaria evidentemente es mejorar la rentabilidad, de ahí que haya que reducir costes en la medida de lo posible, sobre todo en los lugares donde convivan sucursales de ambas entidades.
Los objetivos de la fusión
El objetivo de esta fusión es mejorar en un 50 por ciento el beneficio por acción y prácticamente duplicar la rentabilidad sobre recursos propio del patrimonio tangible. Al final lo costes de esta restructuración se valoran en unos 540 millones, que corresponden a varios puntos diferentes.
Es evidente que gran parte de esos costes al final corresponden a ajustes de capacidad. Estos ajustes de capacidad, que se llevarán en torno al 70 por ciento del gasto de la fusión, se asocian a salidas de personal y al cierre de oficinas. Todo para impulsar la eficiencia de la nueva entidad.
