Un cambio de sistema, aprovechando las características del jugador le han servido como re lanzamiento de su etapa como ‘león’
Hace muy poco que Marcelino García Toral ha sido mencionado como el nuevo entrenador del Athletic club de Bilbao y ya las cosas han tomado un giro radical, sobre todo en jugadores como Raúl García. Esta mención ha garantizado un refresco de ideas, y con un cambio del dibujo, que a su vez se ha sintetizado en el hecho de mover ciertas piezas para que el engranaje sea mucho más fluido.
Ese dibujo ha pasado del 4-2-3-1 al 4-2-2-2, y en fase defensiva 4-4-2. Tiene una mayor implicación en el hecho de presionar alto, abarcando el ancho del terreno de juego, con Muniain tirado a la izquierda, y De Marcos en el costado derecho. Así, Raúl García puede suplir fácilmente su función de segundo punta, tal cual como lo hacía Rodrigo Moreno en su mejor versión dentro dentro del Valencia.
Re ubicación y un mejor sentido por parte de Marcelino a Raúl García en el Athletic mejora el rendimiento del equipo
Jugando ahí, en la misma línea de Iñaki Williams, siendo movedizo y sirviendo por momentos de enlace ante la falta de ideas por dentro, le ha servido para verle una cara distinta al equipo. Además, de ganar liderazgo, y un jugador que en cualquier momento del partido pueda garantizar el equilibrio de los ánimos. Se les vio mucho más agresivos en el último choque, y demasiado comprometidos con la causa. Un punto favorable que les tiene en medio de la exposición de medios.
Un gol al minuto 3 de Iñaki Williams ha dejado ver la ferocidad con la que han salido a enfrentar el compromiso, y ante un rival top que se jugaba el todo por el todo en el campo del Nuevo San Mamés. En parte la ubicación del equipo, en zona media, aguantando, pero no metiéndose atrás le ha servido como soporte de las embestidas culés. La propuesta ha gustado más allá de que el resultado no ha sido el mejor de todos.
De a poco y a medida que pasen los partidos,. el equipo irá encontrando su forma
A Marcelino se le conoce por ser un entrenador muy consistente en sus ideas. Es un trabajador incansable, y un maestro a la hora de sacar la mejor partida a sus dirigidos en diferentes facetas de la vida. El profesional es relevante, pero el ser humano mucho más y en base a eso desarrolla su idea de juego. A un hombre como Raúl García no se le puede negar su compromiso, más allá de que se le cuestionen ciertas decisiones en el terreno de juego.
La elevada en el espíritu de equipo ya se notó, y a Raúl se le ha visto muy participativo, con gran toque y una inventiva absoluta. Es claro que le necesita el equipo y que para el míster es una pieza fundamental. De momento así están las cosas a la espera de ver un mejor reflejo del comportamiento en los grandes retos que a medida que pase la temporada se van a ir viendo.
