Urgido por obtener un triunfo para disipar las dudas tras las dos derrotas consecutivas, Flick llega al duelo contra el Girona con medio ataque lesionado.
Dolores de cabeza son los que sufre el entrenador del FC Barcelona por estos días. Al durísimo golpe sufrido en el Sánchez-Pizjuán y los coletazos de la derrota contra el PSG, se le suma la enfermería. De cara al partido liguero, Hansi Flick deberá reinventar la parcela ofensiva. Lewandowski y Dani Olmo volvieron lesionados del parón internacional, Ferran llega con lo justo y Raphinha sigue fuera. El estratega germano prende velas a Lamine Yamal, que también regresa de una lesión y al que llevan con minucioso cuidado para evitar una recaída pensando en el Clásico.
La situación pasa a ser exasperante en Can Barça. Una de las alternativas es echar mano a la cantera. Fermín es uno de los recuperados, aunque todo el peso de los ataques culé recaerá sobre la zurda de Lamine Yamal, con el apoyo de la velocidad de Rashford por el otro extremo. Los azulgranas precisan de un resultado positivo en Montjuic para llegar al Bernabéu con posibilidades de quedar en la cima de LaLiga. La gestión física, deficiente hasta el momento, es crucial para la seguidilla clave de partidos que se le avecinan.
Barça desbordado por las bajas
Julio Tous aterrizó en el FC Barcelona con un mensaje cargado de optimismo: reducir las lesiones a la mitad mediante una metodología preventiva constante y sistemática. Un año después, el panorama es el opuesto. El equipo acumula más de un 30% de su plantilla en la enfermería y la sensación en el vestuario es de absoluta desconexión. Lo que antes funcionaba como un reloj suizo ahora parece haberse desmoronado sin explicación clara, dejando en entredicho el sistema de prevención que tanto se alabó la temporada pasada.
Hansi Flick pasó de planificar rotaciones a improvisar alineaciones. La repetición de lesiones musculares en diferentes jugadores apunta a un problema estructural y no puntual. En el club hay preocupación, pero también confusión: no hay una causa única, sino un cúmulo de factores mal engranados. Mientras esperan recuperar efectivos clave como Lewandowski o Olmo, la exigencia crece y el margen de error se reduce. La situación se da a once días del Clásico.
Fermín, la apuesta a decidir
La nueva lesión de Dani Olmo y la lenta recuperación de Raphinha vuelven a poner a prueba la capacidad de maniobra del ex estratega del Bayern Múnich, que deberá reinventar su mediapunta ante el Girona. La situación obliga a medir cada decisión, consciente de que cualquier riesgo innecesario puede salir caro en un tramo exigente del calendario con la Champions y el Madrid en el horizonte más cercano.
Fermín López aparece como la opción más natural para ocupar ese rol, aunque su reciente regreso tras tres semanas de baja invita a la prudencia. Si Flick decide reservarlo, nombres como el joven Dro o incluso Toni Fernández podrían asomar en escena. Otra vía pasa por mover fichas y adelantar a Pedri o De Jong, un recurso que el germano ya probó y que podría servir como parche temporal, aunque sacrificaría equilibrio en la sala de máquinas.
