El tenista suizo será uno de los grandes ausentes en el primer Grand Slam
Roger Federer no será parte del Open de Australia, siendo una de las figuras que brillarán por su ausencia. El primer Grand Slam del año no contará con la presencia del suizo. Él esperaba tener una participación importante en la competición y de esta forma cosechar un puntaje que le haga escalar posiciones en el ranking ATP.
Precisamente hace dos semanas, su agente Tony Godsick había confirmado que Federer no sería parte del certamen en Australia. En un inicio, se pensó que todo correspondía a un tiempo prudencial para que la rodilla del suizo tuviera descanso luego de las dos operaciones en 2020. Esto finalmente no sería del todo cierto o al menos, hay otra versión sobre la ausencia de Roger.
Roger Federer es el gran ausente del Open de Australia y ya se han conocido sus razones
Ahora, por medio de Andre Sá, director de relación con jugadores del Australian Open, explicó una de las razones que motivó a Federer a no asistir. El primer Grand Slam del año es una competición donde Roger ha obtenido seis coronaciones y por ello, es de extrañarse que no esté allí. Pero no solamente se debe a razones físicas.
El anteriormente mencionado Andre Sá ha comentado que una de las razones que motivó a Roger Federer a no estar en Australia, fue la cuarentena. Podía asistir con toda su familia y pasar la cuarentena, pero el problema es que su esposa Mirka Vavrinec y sus hijos, no podrían salir de la habitación.
Su familia sería uno de los grandes motivos para no asistir al primer Grand Slam del año
Ellos deberían estar encerrados durante 14 días, ya que la excepción solamente cobija a los deportistas. Ellos pueden ir a entrenar y regresar, mientras que los familiares no. Mirka no habría aprobado eso y por eso Federer no sería parte del Open de Australia, pensando en su familia, que no podría estar mucho tiempo con él.
Recordemos que Federer es acompañado por su familia en los principales torneos del circuito y la otra opción que tenía era viajar solo. Ello le alejaría de sus seres queridos por al menos una cinco semanas y de seguro, Roger Federer se habría preguntado si era el momento indicado para estar lejos de ellos. Finalmente, por ello habría desistido de la idea del Open de Australia.
