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Pareja torpe en First Dates destapa el machismo asqueroso de Manuel

El protagonista de la cena fue el comensal que no tuvo tacto ni iniciativa para dirigir a buen rumbo la que había sido una cita desastrosa

First Dates nos presentó a una de esas típicas parejas que parecen que no tienen muchos puntos en común, o que incluso uno está disgustado con el otro, pero que finalmente, por una u otra razón, uno de los comensales consigue redirigir la noche y encaminar hacia la que puede ser una relación fructífera.

Pero no fue el caso, sobre todo porque el protagonista, Manuel, no dio pie con bola en una velada del espacio de citas, donde se presentó con una personalidad un tanto antigua y que, por momentos, no hizo demasiada gracia a Sandra, que en ciertos momentos parecía que iba a cantarle las cuarenta.

First Dates
Manuel no hizo nada por ofrecer una cita en condiciones en First Dates

El silencio se apoderó de Manuel y Sandra en First Dates

Él, Manuel, se presentó como un hombre abierto a todo y con gustos muy definidos: “Me gustan gordillas, buenas y simpáticas”, dijo. A sus 44 años y sin hijos, buscaba una mujer que, entre otras tareas, le acompañase a ver la próxima de su ídolo, Torrente. Entre tanto, fue una cena un tanto incómoda por el silencio.

Que fue lo que predominó en la cita de First Dates, donde una nula conexión hizo que la cita no tuviera más historia que la vivida en el restaurante de Cuatro. “Me gusta hablar con los hombres, lo que no significa que vaya con los hombres directamente”, aclaró Sandra.

Ella se aproximó, se situó a una distancia prudencial y empezó a estornudar. Allí siguieron plantados, mirándose de reojo entre trago y trago, hasta que el hombre soltó una pregunta extraña: “¿Estás divorciada?”. Ella se quedó pasmada: “¿Dónde lo pone?”, “¿lo pone en algún lado?”, se preguntó voz en alto.

First Dates
El poco tacto de Manuel llevó a un no rotundo de Sandra en First Dates

Manuel solo hizo por romper aún más la cita

Posteriormente, la cita transcurrió con excesivo silencio entre ambos que Manuel interrumpió para contarle una anécdota a ella: “Tengo un canal en Youtube donde cuento chistes, subo vídeos todas las semanas, pero yo no lo puedo ver porque tengo un móvil de botones, tiene 15 años”, dijo ante la sorpresa de ella.

Ante esto, Manuel matizó: “La gente me ayuda a subir los vídeos porque, si tengo suerte y me hago famoso, me comprare un móvil táctil”. El hombre tuvo esperanzas durante algún momento, cuando coincidieron en su amor por los gatos. “Me ha gustado casi todo”, dijo él antes de que Sandra contestase con un “no” rotundo a una segunda cita. “Me dijo que es torpecilla y no pilla las cosas, qué le vamos a hacer”, se refirió él.

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