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China prepara acciones para hundir reelección de Trump

La pandemia mundial se cuela en los comicios presidenciales de Estados Unidos

Aunque en España comienza a remitir, la pandemia del coronavirus sigue estando especialmente intensa a lo largo y ancho de Estados Unidos. Una situación, que tiene a China y a Donald Trump enfrentados en un fuego cruzado que, según los expertos, puede afectar decisivamente en la carrera de Trump para ser reelegido presidente para los próximos cuatro años.

Y es que Kadir Ustun, el coordinador de Washington D.C. para la Fundación de Investigación Política, Económica y Social (SETA), y Gokturk Tuysuzoglu, miembro de la facultad del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Giresun han repasado las posibles consecuencias de la pandemia en las próximas elecciones generales del país americano, en las que Donald Trump aspira a ser reelegido.

Donald Trump

“No es difícil predecir que en Estados Unidos, que experimentaba antes del virus uno de los mejores períodos económicos en la historia y donde se han perdido 33,2 millones de empleos debido a la crisis, los millones que perdieron sus empleos no podrán regresar a sus trabajos de inmediato. Los problemas económicos que se vivirán por el desempleo serán la mayor desventaja para Trump“, han comentado en una entrevista a una agencia de noticias.

Todos coinciden en que la base de votantes de alguien como Donald Trump no cambia mucho. Sin embargo, en unas elecciones siempre hay un buen puñado de votantes indecisos o independientes, que pueden haberse visto claramente perjudicados en esta pandemia y, como suele pasar en estos casos, atribuyen la culpa al presidente.

Donald Trump

Un hecho que levanta bastantes ampollas es la culpabilidad que según el propio Trump tiene China. El presidente atribuye directamente toda la responsabilidad al país asiático. La casualidad o el destino hace que China sea una de las grandes rivales de Estados Unidos por la carrera por ser primera economía mundial.

Es de suponer que alguien sin escrúpulos como Trump no gusta nada en China, donde estarían encantados de ver a Biden en el despacho más emblemático de La Casa Blanca. Es evidente que China no lo ha podido hacer intencionadamente. Aunque pensar mal es inevitable.