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Destrozan falso mito en Juego de Tronos que deja en ridículo a guionistas

La popular serie ocultaba un dato que ahora causa conmoción en los fans

Juego de Tronos es la joya de la corona de HBO, una serie que trascendió fronteras y logró un éxito total que hasta el momento sigue acaparando la atención del público, donde siguen llegando cada día más fans. También, en materia de marketing, esta producción ha dado pie para la venta de videojuegos, juguetes, música, disfraces. Sin duda todo un fenómeno mundial.

Esta serie de fantasía medieval y drama es creada por David Benioff y D. B. Weiss, cuyo argumento está basado en la serie de novelas Canción de hielo y fuego escritas por George R. R. Martin y gira en torno a un grupo de personajes de distintas casas nobiliarias, los cuales pelean por tener el control del Trono de Hierro y gobernar todos los reinos del continente Poniente.

Juego de Tronos

Con ocho temporadas que dejaron grandes impresiones en propios y extraños, Juego de Tronos culminó el 19 de mayo de 2019, con un final algo polémico y que dio mucho de qué hablar por la forma en que presentó el desenlace de varios de sus personajes y que no gustó en los fans, incluso, hubo peticiones con bastantes firmas, las cuales pedían que se hiciera de nuevo la octava entrega.

Dentro de la serie hubo varios elementos que la empezaron a caracterizar, como la sangre y la violencia, además de la muerte constante de sus personajes durante cada episodio, una constante, la cual pasó desapercibida por el público al ser algo natural. Por ello, se generó un mito, que decía que cada uno de ellos tendrían el mismo destino: finales violentos.

Juego de Tronos

Pues bien, este mito ahora estaría siendo desmentido por una razón sencilla y que siempre estuvo presente en la serie y es que el personaje de el maestre Aemon Targaryen, fue el único de todo Juego de Tronos que no tuvo una muerte de forma violenta y solamente la vejez fue lo que le llevó a perecer. 

Aemon Targaryen siempre estuvo en su morada del Castillo Negro, tuvo más de un siglo de edad y se dedicó a estudiar y a guiar a quienes les supo servir. Incluso, renunció a su apellido de príncipe y más increíble aún, desistió de estar en el Trono de Hierro cuando se le propuso estar allí.