El seleccionador español elogia la madurez de sus jugadores tras la victoria 2-0 ante Georgia y destaca el papel de Pedri y Oyarzabal
Luis de la Fuente se marchó del Martínez Valero con una sonrisa serena. España volvió a ganar con autoridad y el seleccionador quiso subrayar algo más allá del resultado: la fortaleza mental de su equipo. “Los halagos no nos van a debilitar”, afirmó con convicción. “Tenemos jugadores con una autoexigencia enorme. Son grandes futbolistas, pero mejores personas. No hay ni rastro de altanería en este grupo”.
El técnico explicó que los elogios forman parte del camino, pero no desvían al equipo de su objetivo. “Cuando hablas de jugadores inteligentes y maduros, el halago no debilita: se entiende como un reconocimiento. Lo que hacen es pensar en el siguiente reto, que siempre será más exigente”, señaló.
De la Fuente reconoció que España pudo ampliar su ventaja en el marcador, aunque destacó el mérito de un rival combativo. “No es fácil ganar 5-0 o 6-0. Georgia se ha defendido con orden y tiene un portero excepcional como Mamardashvili. Este tipo de partidos nos sitúan en la realidad y nos recuerdan lo que queda por hacer”, explicó.
“Sabíamos cómo sufrir y controlar”
El seleccionador valoró especialmente la concentración de su defensa ante los peligros del contraataque georgiano. “Georgia sale muy bien al espacio, ya lo vimos en la Eurocopa. Por eso pedimos vigilancia constante. Los defensores estuvieron impecables, atentos en cada transición. Esa atención nos permitió atacar con calma y seguridad”, analizó.
De la Fuente también quiso detenerse en el rendimiento de Pedri, autor de un encuentro brillante. “Ha estado completísimo. Es un jugador que da equilibrio, confianza y hace mejores a los demás. Cuesta verle hacer algo mal. Es un futbolista excepcional”, dijo el técnico.
Del mismo modo, elogió el trabajo de Mikel Oyarzabal, al que considera uno de los más infravalorados del panorama nacional. “Es total, puede jugar de delantero o en la izquierda. Entiende la profundidad como pocos. Hay jugadores, como él, Merino o Zubimendi, que quizá no tengan tanto foco mediático, pero son fundamentales para nosotros”, subrayó.
“Este grupo es una familia”
Uno de los gestos que más emocionó a De la Fuente fue el penalti cedido por Oyarzabal a Ferran Torres. “Tenemos varios especialistas, pero Mikel le dejó el lanzamiento a Ferran. Es un ejemplo de lo que somos: un equipo con una gran catadura humana. Son amigos, son familia”, comentó con orgullo.
Sobre las lesiones, el seleccionador mostró alivio. “Siempre que no hay percances, respiro tranquilo. Pero el fútbol es un deporte de riesgo, no hay partido sin golpes o molestias. Si no existieran las lesiones, el fútbol dejaría de ser fútbol”, bromeó.
En el caso de Dani Olmo, explicó que llegó sin parte médico ni dolor, aunque no evolucionó bien durante la semana. “Tenía molestias y no había opciones de que llegara en condiciones para el martes”, detalló.
De cara al futuro, De la Fuente no teme el exceso de talento cuando llegue el momento de hacer descartes para el Mundial. “Soy un privilegiado por dirigir a una generación tan maravillosa e inagotable”, afirmó antes de dedicar la victoria al fisioterapeuta Álex Benito, que perdió recientemente a su padre.