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Omar da un recital en First dates: las calabazas más sutiles de la historia

Las razones que tuvo el chico para negar una segunda cita con la hermosa mujer, son en su mayoría surrealistas aunque entendibles. Pero lo realmente intrigante, es el ¿Por qué acudió al dating show en ese estado?

Por lo general, en First Dates siempre pesa las primeras impresiones y más si hablamos de personas atractivas como Omar y Alba. Además de tener la belleza en común, ambos eran de Islas Canarias, lo que los atrajo aún más. La complicidad entre ellos fue muy evidente desde el principio, y en casi todo lo que hablaban tenían tela que cortar.

A pesar de que hubo gusto físico mutuo, era la mujer la que se veía más entusiasmada y en su cara se veía. Pero lo que no se imaginaba es que el chico guardaba un secreto que la iba a romper en mil pedazos. La situación se iba a poner más tensa cuando llegaron al plano sentimental, donde cada uno habló de sus relaciones pasadas, un error fatal.

Omar first dates
Alba no entendía por qué Manuel actuaba así en la decisión final, si hubo química desde el principio.

Omar acudió a First Dates aún enamorado de su ex

El canario contó que no hace mucho tiempo había terminado una relación de nada más y nada menos que 15 años. Prácticamente eso es una vida, y el proceso de sanación es bastante largo, por lo que mucha gente se preguntaba el por qué acudió a un programa de citas si aún sigue pensando en su expareja.

El malestar de este se activó cuando empezaron a hablar del tema amoroso en el pasado, y mientras que Alba lo comentaba con tal naturalidad, él por su parte parecía que se iba a quemar desde adentro. La canaria ya lo empezaba a notar, pero ella creía que era su impresión. Al igual, no iba a dejar pasar una oportunidad como esta, de salir con un chico guapo y además, paisano.

La decisión de Omar estuvo marcada por la sinceridad aunque Alba salió muy mal de First Dates

Cuando llegó el momento de decidir si había una segunda cita, la canaria no se lo pensó dos veces para afirmar que le encantaría tener una tanda de varias salidas. Él por su parte transmitía mucha inseguridad y lo primero que exclamó fue, “¿Por qué no dijiste que no?” mientras se reía nerviosamente. Acto seguido se abrió con ella.

“¿Te digo lo que dije yo? Te voy a ser sincero: tengo que cerrar una cosa. Pero te diría que sí. Lo que pasa que tengo que sanar eso”. Para no hacer sentir tan mal a Alba, Manuel agregó. “Es lo mejor que puede hacer uno para respetar a alguien, para que no estés con la duda. No te puedo decir que sí, porque tengo que sanar y tener tiempo. Es que, ¿quién te va a decir no a ti? ¡Todos dirán que sí!” Así pues, ambos se abrazaron mientras el chico seguía derrumbándose por dentro.

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