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Carlos Sobera testigo de lujo en la cita más incómoda en la historia de First Dates

A pesar de ser colegas y paisanos, no lograron encajar en nada

Carlos Sobera estuvo en primera fila para ver el desastre de cita que tuvimos hoy en First Dates. Los protagonistas fueron Alejandro y Manuel, dos estudiantes de psicología, provenientes de Granada. A pesar de que ambos venían con objetivos similares, tuvieron visiones de la vida muy distintas, y eso los fue separando de a poco.

No más de entrada tuvieron el primer tropezón en algo tan básico como lo es el saludo. Manuel quiso saludar al chico con dos besos en la mejilla, pero Alejandro lo cortó y le dio un abrazo. “No entiendo por qué por ser gay le tengo que dar dos besos” explicó el granadino, mientras Manu fijaba una expresión en su rostro de incomodidad.

 first dates Sobera
Aunque de principio le pareció incomodo, Alejandro accedió a cumplir con el reto.

Sobera detectó cual fue el error en la cita de hoy en First Dates

A parte de ser el anfitrión, presentador, y primer contacto de los comensales en First Dates, Carlos Sobera es todo un detallista. El vasco a parte de observar que todo salga bien en las citas, analiza los comportamientos de los que deciden probar suerte en el restaurante de Cuatro. En este caso detectó cual fue el principal error en la cita de los dos chicos.

El presentador llegó a la conclusión que la personalidad e Manuel no encajó con la de Alejandro. Y es que el primer chico tiene una actitud extrovertida muy normal en él, pero que no gusta mucho en el otro comensal, que guarda un perfil bajo. Mientras uno quiere gritar al mundo que es gay, el otro le gusta pasar desapercibido.

El momento más incomodo de la cita tuvo origen en el privado de First Dates

Si la cita no se tornó agradable en la mesa, en el privado mucho menos, ya que allí se produjo una escena de “trágame tierra”. Todo inició con los famosos juegos y retos, en el que Alejandro leyó lo que tenía que hacer, “morder el labio inferior de su cita”. Él mismo reconoció que “Me ha parecido incomodísimo”, pero aún así estaba dispuesto a cumplir el reto.

La mordida de labio no salvó la cita que ya estaba condenada desde el inicio de la misma. Alejandro fue el primero en declarar que no habría segunda cita. La verdad es que, en mi opinión, no ha ido muy bien”. Manuel que parecía no compartir la determinación le hizo una pregunta a su cita. “¿Por qué cuando me has ido a morder el labio me has dicho que cerrase la boca?”. Alejo respondió, “Porque así era muy difícil pillarte el labio”.

Mamen Mendizábal