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Jenifer prende la mecha en First Dates para volver loco a Alberto

Por cosas del destino, los comensales ya se conocían pues sus exparejas eran hermanos. Eso no les impidió que se siguieran conociendo más a fondo, al punto de echar candela en el reservado del restaurante.

Jenifer se llevó una sorpresa bastante grande al darse cuenta que su cita en First Dates era el exnovio de su excuñada, algo que la dejó descolocada. Sin embargo la chica no se dio cuenta a primera vista sino que fue Alberto (su cita) quien se percató que la mujer con la que iba a cenar era la exnovia de su excuñado. Una confusión que terminó en una graciosa anécdota.

“Eras la novia de Joan Sánchez, yo soy el ex de Laura Sánchez” dijo Alberto ante la confusión de Jenifer. Después de la fortuita situación, accedieron a seguir conociéndose pero en otros términos y e hicieron caso omiso del pasado. No obstante, la madrileña se dio cuenta de un detalle que no le gustó mucho, el signo del comensal.

Jenifer first dates
La química entre ambos era tan grande como su gusto físico mutuo.

No importa que Alberto sea tauro, Jenifer se va con todo en First Dates

La chica es de las que cree en todo lo relacionado con astrología y la compatibilidad entre signos. Su exnovio era tauro al igual que su cita y eso le daba mala espina. Aún así, la madrileña se dejó llevar por su intuición. En cuanto a Alberto, el chico estaba maravillado con el físico de la mujer y por su llamativo escote.

Jenifer se dio cuenta que el joven no paraba de ver hacia su pecho, por lo que exclamó  “Si se me sale un pezón, avísame, no vaya a enseñarlo a media España”. Al ver que la comensal estaba en modo picante, empezó hablando sobre temas sexuales, y fue allí donde la cita se torno bastante candente.

El reservado de First Dates echó fuego al rojo vivo

En un lugar más cómodo como el reservado del restaurante, los solteros pudieron tener más libertad para hablar sobre temas sexuales. Jenifer aceptó que es una “chica muy morbosa” y que no le da pena “hacerlo en lugares públicos”. De hecho la última vez que lo practicó fue en una moto, en el estacionamiento del aeropuerto.

Las declaraciones de la comensal ocasionaron que Alberto se encendiera de a poco al punto que no lo pensó dos veces para tirarse hacia la cara de la chica y besarla. La madrileña confesó que no es de esas mujeres que da un beso en la primera cita, pero en esta ocasión se dejó llevar. Como era de esperar, hubo segunda cita al final de la ardiente velada.