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El capitán del Valencia CF habla del tremendo agujero defensivo

Exigiendo a sus directivos meterse la mano al bolsillo, el experimentado jugador ha enviado a todos a reflexionar

Dani Parejo no la pasa nada bien por estos días en el Valencia CF. A la dolorosa derrota en la Champions a mano del debutante Atalanta, se le tiene que sumar la dura caída ayer ante la Real Sociedad, tres goles por cero en lo que él mismo ha considerado, una derrota digna de un equipo juvenil. Varios de esos problemas los ha identificado y así lo ha expresado.

No entiende cómo un equipo que tiene tantas exigencias corporativas y deportivas no se haya escudado ante las lesiones con fichajes de garantía. Si bien se hace evidente observar que los goles encajados vienen por la falta de elementos contundentes, el tema radica en un campo de planificación al que se le está restando importancia.

Dani Parejo

Garay se perderá lo que resta de temporada por una dura lesión, y ahora parece sumarse Mangala. La Federación le daba la potestad de incorporar un jugador por este evento y sin embargo no lo han hecho. Los que juegan no están a la altura y el capitán lo sabe. Sin embargo, toda el agua sucia se la ha echado a los responsables, entendiendo que la plantilla solo acata ordenes.

La reflexión debe darse en todos los campos, no solo el deportivo. Y si para conseguir el cuarto puesto en LaLiga deben hacerlo, el Valencia deberá jugar como hombre, o como hombres entendiendo el contexto. Misma situación en la Champions, que ahora mismo se les está escapando por una buena diferencia de goles. Para clasificar deberán ganar por tres tantos, un reto bien complejo.

En cuanto al partido en concreto vivido en Anoeta ha dicho que los errores los han pagado demasiado caros. El primer gol a los 15 minutos ha sido una falla total. Les han marcado con un solo hombre en el área, y eso no se puede concebir en un equipo de la magnitud del Valencia. El segundo llega tras una jugada aérea en un lanzamiento de esquina donde les cabecean dos veces, y ya el tercero es una joya. Mucho por reflexionar.

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Manos Limpias Begoña Gómez