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San Mamés inundado por la venta ilegal de camisetas falsas del Athletic

San Mamés, Gran Vía y la Diputación, convertidos en mercadillo pirata sin control

Bilbao vivió una jornada vergonzosa durante el Athletic-Rayo, con más de veinte vendedores ambulantes desplegados en los accesos a San Mamés, ofreciendo camisetas y bufandas falsas del club a menos de un tercio del precio oficial, 30€ frente a 110€. La escena no fue aislada: frente a la Diputación Foral de Bizkaia se contabilizaron tres puestos permanentes, y a lo largo de la Gran Vía bilbaína se instalaron más de una decena. La ciudad, a ojos de miles de aficionados y visitantes, ofrecía una imagen más propia de un territorio sin ley que de una capital europea.

Esta situación, impensable en cualquier otra urbe del continente, retrata a Bilbao como una ciudad sin ley en días de partido. Preguntada al respecto, la Ertzaintza respondió que la competencia sobre estas actuaciones corresponde a la Policía Municipal y al Ayuntamiento de Bilbao. Lo más llamativo: ertzainas pasaban a escasos metros de los vendedores ilegales sin mostrar intención alguna de intervenir o reprenderles.

Vendedor ambulante de camisetas falsas del Athletic

La marca Athletic desprotegida, el comercio local perjudicado

El perjuicio no es solo de imagen. La venta de material falsificado daña seriamente al comercio local, que sí paga impuestos, y desvaloriza la marca oficial del Athletic Club, una de las señas de identidad más potentes de Bizkaia. Esta práctica no solo incumple la ley, sino que desprotege a los negocios que dependen del fútbol como motor económico y mina la legitimidad de los productos oficiales.

Resulta inexplicable que una ciudad como Bilbao, sede de instituciones clave y hogar de una de las entidades deportivas más importantes del país, tolere con indiferencia una práctica ilegal tan evidente y extendida. Es urgente que el Ayuntamiento, en colaboración con el club y la Ertzaintza, asuma responsabilidades y actúe con determinación. Nada tenemos en contra de las personas que se ganan la vida de esa manera pero las instituciones no pueden permitir este perjuicio, esta evidencia y esta imagen sin actuar de algún modo.

Oihan Sancet