Con la confirmación de la salida de Vicente Guaita, el Celta sale en busca de un guardameta, y Garcés explora opciones en el mercado.
Con la decisión de Guaita de no continuar, en Balaídos quedó vacante la portería. Ante una temporada exigente por delante, Giráldez necesita la certeza de un meta confiable. En ese contexto, Marco Garcés busca alternativas en el mercado. Un nombre que se ofreció en Vigo es el de Diego Conde, del Villarreal.
El guardameta de 26 años disputó 22 partidos en el último curso con la elástica amarilla.Sin embargo, Marcelino Toral se inclinaría por el brasileño Luiz Júnior, lo que abre la puerta a una posible salida de Conde, quien no estaría dispuesto a pelear la titularidad en La Cerámica.

¿Qué ocurre con Iván Villar?
Giráldez también debe aclarar los tantos con Iván Villar. El cancerbero de Aldán tiene contrato hasta junio de 2027 con el Celta. Su deseo es quedarse en el club y pelear el puesto de titular tras la salida de Guatia. Con la Europa League como principal atractivo, el guardameta de 27 años cree poder tener oportunidades en alguna competencia.
Si bien Villar comenzó en el arco tras la lesión de Guaita, una vez recuperado el valenciano, no largó la titularidad. El canterano sólo disputó cuatro partidos en la temporada. Parecería aventurado que el entrenador porriñes le otorgue la portería de cara a compromisos tan importantes que se le vienen al Celta.
Otras alternativas para el arco
Además de la posibilidad de Conde, en Balaídos analizan otros nombres para cubrir la salida del legendario Guaita. Iñaki Peña es el primero en aparecer en la lista. Con una oportunidad única que no pudo aprovechar en el Barça, el alicantino está muy por detrás en la consideración de Flick. Incluso, el blaugrana está pensando en incorporar otro guardameta ante la posibilidad de que salga Szczesny.
El croata Ivo Grbic, que fue suplente de Oblak en el Atlético de Madrid, finaliza su contrato con el Rizespor turco y quedará libre, por lo que es una opción interesante para Garcés por su bajo coste. El más complicado es Leo Román. El portero del Mallorca busca otros rumbos, pero su salida implicaría un gasto cercano a los 10 millones de euros, cifra inalcanzable hoy para el cuadro vigués.